"La gente que lee ficción no quiere oír un sermón"

Una docena de personas acribillaban ayer a preguntas a la escritora Donna Leon en la Casa de la Provincia de Sevilla. La gran dama de la novela negra, residente en Venecia y cuyas obras se venden como churros en varios países europeos contestaba a cada pregunta poniendo toda la carne en el asador.

Sus gestos eran cálidos cuando quería mostrar entusiasmo por algo; en otros casos -al hablar de la pederastia en la Iglesia católica- no podía evitar la vehemencia del que se siente asqueado. Leon dirigía un taller literario bajo el título Escribiendo novela policiaca en los cursos de otoño de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

¿Y quién puede estar más capacitada que Donna Leon para dirigir un taller dedicado a ficciones que versan sobre crímenes, envenamientos, corruptelas y secretos guardados durante años? La docena de participantes en el taller recibían respuestas atinadas y precisas, sin ningún tipo de afectación, de la creadora del comisario Guido Brunetti, personaje central de su obra novelística. "No creo que la ficción sea un medio de prédica política. No creo que sea honesto utilizar la ficción para predicar tus compromisos personales. La gente que lee ficción no quiere oír un sermón. No es mi obligación ni mi derecho como escritora dar sermones", explicó Leon, que indicó que cuando quiere expresar su opinión sobre algo, lo hace en artículos de periódico. Es el caso de un artículo que escribió "sobre el escándalo de los sacerdotes pederastas".

"Berlusconi es probablemente peor de lo que parece", afirma la autora

"No hablamos de casos teóricos, sino de la violación de niños que ha ocurrido durante cientos de años y que continúa ocurriendo en todas partes. Tratamos de una organización que es capaz de esto. En la última declaración sobre pederastia, el Vaticano decía que violar a un niño de ocho años es un pecado tan serio como que alguien ordene sacerdote a una mujer", dijo la autora de Muerte en La Fenice.

La escritora estadounidense se definió como "una lectora agresiva". "Siempre estoy buscando pelea cuando leo. Se nos presenta tanta mierda en los periódicos", recalcó Leon, que insistió en que sus "pasiones o creencias privadas no tienen ningún lugar" en sus libros. "No escribiré nunca sobre la ópera porque la amo tanto que acabaría alienando a los lectores. Los lectores no quieren leer eso. Y tampoco quieren escucharme machacando a la Iglesia católica. La vida privada y las opiniones privadas no pueden ser vertidas en un libro. No puedes hacer algo que ofenda a alguien que lea el libro", añadió Leon, cuya madre, "medio alemana y medio irlandesa", les enseñó a la escritora y a su hermano "una única cosa: a ser educados".

"Nos enseñó que si alguien nos pisa digamos: 'perdone'. Cada vez soy más educada porque eso me ayuda también a conseguir lo que quiero. Debido a mi educación me resulta muy difícil ser ofensiva deliberadamente. Es mejor ir por la vida sin provocar a la gente", comentó la autora de La chica de sus sueños.

¿Cuáles son las claves de una buena novela policiaca? "Creo que tiene que haber una razón interesante por la que se haya cometido el crimen. Creo que la gente está más interesada en el por qué que en el quién. Lo que de verdad importa es el por qué. Cuando la mujer llega a casa y le dice al marido que quiere el divorcio, él pregunta: ¿por qué?", resumió la novelista.

Antes del almuerzo, Leon adelantó el asunto sobre el que versaría la siguiente sesión del taller. "Esta tarde me gustaría hablar de Edipo rey [tragedia de Sófocles] como la primera novela policiaca", anunció la escritora a los participantes del taller, que se desarrolló entre el lunes y ayer.

No es la primera vez que la escritora visita Sevilla. En 2008 firmó ejemplares de sus obras en la Feria del Libro de la capital andaluza. Sevilla y Venecia, la ciudad que ama y en la que reside desde 1981, tienen, a su juicio, algo que las diferencia. Las tiendas cierran en Sevilla los domingos. "Eso demuestra el poder de la tradición en Sevilla", afirmó Leon, que reiteró su rechazo a la política de Berlusconi en Italia. "Berlusconi es probablemente peor de lo que parece", resopló con expresión de abatimiento.