De guardia en los pasillos
La falta de un enfermero obliga a la madre de un estudiante con epilepsia multifocal a estar en el instituto por si sufre un ataque
A las 9.10 de la mañana de ayer lunes -poco más de una hora después de llegar a clase- Alex Vioque, estudiante de 13 años del instituto público IES Soler i Godes de Benifaió (Valencia) tuvo un nuevo ataque de epilepsia multifocal, resistente a los fármacos. "Ya vamos a una crisis por día", confirma su padre, Manuel Vioque. "Necesitamos que la Administración nos ayude, a él y a nosotros, para poder normalizar nuestras vidas", afirma el progenitor de Alex, cuya vida se alteró el 3 de septiembre de 2007, cuando a su hijo que solo tenía diez años, le diagnosticaron este tipo de epilepsia crónica resistente a la medicación. Pese a las pruebas, los médicos no han logrado controlar las convulsiones. Lleva ya siete tratamientos.
Cecova califica de "grotesco" el "desamparo" de esta familia
La Sociedad de Enfermería dice que esto no pasa en Madrid
Al margen de la epilepsia, Alex es un joven estudiante de la ESO normal, que siente pasión por el fútbol. "Llegó, incluso, a jugar en el equipo local hasta que le diagnosticaron la enfermedad", recuerda su padre.
En clase, Alex es un alumno más. "Trabaja mucho, pero no le luce, debido a su enfermedad", reconoce Manuel. Los ataques de epilepsia, cada vez más frecuentes -cinco, con el de ayer, en solo siete días-, hacen que su vida social y escolar sea "complicada".
"Tiene miedo a tener una crisis" y esto le genera "problemas sociales", admite su progenitor. Cuando su cuerpo empieza a sufrir las convulsiones, el profesor tiene que desalojar del aula al resto de compañeros hasta que Alex recibe la medicación adecuada y se recupera; o se le evacua al hospital, si es más grave.
Verónica Campos, su madre, ha hecho guardia diaria desde el último curso de Primaria, cuando los ataques se hicieron más frecuentes. El curso pasado, estando ya en el instituto, tuvo que hacerse cargo literalmente de darle la medicación a su hijo a diario. Pasaba las horas apostada en la puerta del aula: haciendo guardia en los pasillos.
"Este curso, vamos a la hora del recreo, a las 10.45, y estamos con él hasta las 11.15, cuando termina. Si no tiene ninguna crisis, ya no volvemos hasta las dos de la tarde, cuando sale de clase", explica Manuel.
El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova) y los tres colegios provinciales de Enfermería emitieron ayer un comunicado en el que "apoyan" la investigación de oficio abierta por el Síndic de Greuges, José Cholbi, sobre "la falta de atención" que sufre este alumno. Y piden a las consejerías de Educación y Sanidad que doten al centro de un servicio de enfermería escolar que "garantice la atención permanente de este estudiante".
El presidente de Cecova, José Antonio Ávila, calificó de "grotesca" la situación de "desamparo y desatención" hacia ese problema y recordó: "La solución no puede demorarse por más tiempo, después de que ya han recogido más de 5.000 firmas de apoyo".
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Científica Española de Enfermería Escolar, Mar Ortiz Vela, atribuyó a la normativa valenciana la falta de atención permanente y aseguró que si Alex "viviera en otra comunidad como Madrid o Castilla-La Mancha el IES Soler i Godes tendría enfermero escolar a tiempo completo".
La orden valenciana de Sanidad, publicada en el DOCV el 14 de agosto de 2009, establece que "el centro de salud proporcionará al centro educativo la atención específica que se precise, dentro del horario escolar". Para el presidente de Cecova, "esta solución no vale para este caso". Ávila Olivares insiste en que "es evidente que la simple adscripción al centro de salud más próximo es insuficiente para atender como es debido a un adolescente que sufre crisis epilépticas con convulsiones diarias y necesita atención sanitaria permanente".
Educación responde que el alumno está atendido de "manera periódica" por especialistas del hospital de La Ribera y del Clínico. Y añade que "si hay alguna urgencia, el personal se desplaza al colegio en un transporte sanitario urgente".
Mar Ortiz coincide en la "ineficacia" de la legislación valenciana y pide a la Generalitat "agilidad" y "rapidez" para garantizar "una solución permanente y satisfactoria a la petición de auxilio de esta familia". "Esta familia", advierte Ortiz, "no puede llevar una vida normal". "Las diferencias territoriales" en esta materia "suponen un agravio comparativo inaceptable".
Sus padres reconocen el esfuerzo de superación diario que hace Alex. "Es un joven totalmente autónomo, pero con las limitaciones de las crisis".
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