El Consell carga de nuevo contra el Gobierno por los chiringuitos
Los locales de Malva-rosa desmontarán parte de sus terrazas antes del día 16
Tras un par de meses de escasa presencia mediática, el conflicto de los chiringuitos de las playas valencianas arrecia. Ayer, los consejeros de Gobernación y Turismo, Serafín Castellano y Belén Juste, atacaron de nuevo al Gobierno tras haber obviado su petición de reunirse para tratar de solucionar el problema, que atañe a la extensión de los locales.
El delegado del Gobierno en la Comunidad, Ricardo Peralta, contestó que con su actitud, el Consell pretende "boicotear y reventar" el proceso de negociación con los hosteleros. Tanto el Consell como el Ayuntamiento de Valencia, en manos del PP, aprovechan cualquier oportunidad para lanzar a los medios de comunicación la idea de que el Gobierno quiere "perjudicar" al sector turístico de la Comunidad, en este caso a los locales playeros. Ayer, aprovechando una reunión de la comisión de Turismo de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, insistieron.
Los hosteleros de Pinedo y El Saler demandan hoy a Medio Ambiente
La Ley de Costas, de 1988, estipula que los chiringuitos pueden ocupar como máximo 150 metros cuadrados, 100 cerrados y 50 de terraza. En Valencia, el problema es que los locales de dos playas incumplen este requisito. De los 14 que hay en la Malva-rosa, 11 han ampliado el metraje de sus terrazas con los años. Lo que al principio eran instalaciones veraniegas, pronto se convirtieron en extensiones acristaladas de los bares. La Dirección General de Costas, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, exigió que volvieran a su extensión original y los hosteleros de Malva-rosa han aceptado. "Nos costará 135.000 euros adaptarnos, unos 12.000 por local, pero lo haremos", explicó ayer Joaquín Mompó, abogado de los hosteleros de la Malva-rosa. "Una vez concluidas las obras", añadió, "nuestra idea es entrar inmediatamente en conversaciones sobre las nuevas concesiones e intentar recuperar espacio para las terrazas". Costas negocia cada cierto tiempo una concesión con los hosteleros de los chiringuitos para que ejerzan su actividad. En la Malva-rosa deben negociar una nueva para 2013.
La otra playa con locales en conflicto es Pinedo-El Saler. Al contrario que en la Malva-rosa, los hosteleros de Pinedo y El Saler se niegan a ceder un solo metro cuadrado de su espacio. Su abogado, Javier Campomanes, tenía previsto presentar hoy una demanda en el Tribunal Superior de Justicia valenciano contra la Dirección General de Costas. Es un paso más dentro de un proceso abierto en 2009, cuando los ocho locales recurrieron la decisión de Costas de denegarles 150 metros cuadrados de terraza. Al margen de la concesión plurianual para los chiringuitos, los locales negocian un permiso anual para las terrazas. "En el expediente administrativo -abierto en 2009 cuando Costas rechazó la petición de montar terrazas de 150 metros cuadrados- no hay criterios que expliquen por qué se deniega nuestra petición y, aunque estuvieran, no pueden en ningún caso interpretar en sentido contrario lo que viene entendiendo el ministerio desde 1999", argumentó Campomanes. Esto es, que no aceptan que ahora no les dejen montar sus terrazas con el metraje que piden cuando antes sí.
Peralta insiste en que el Gobierno solo busca una solución "de común acuerdo con los interesados", los hosteleros. Juste, en cambio, amenaza con sentarse "delante del ministerio".
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