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Reportaje:Empresas & sectores

Hoteles sin fronteras y de alquiler

Sol Meliá y NH se hacen más internacionales y más gestores, pero menos propietarios

Sol Meliá le ha vendido esta semana al BBVA el hotel Pelicano de Benidorm, que va a seguir explotando en régimen de alquiler, y le ha comprado el antiguo edificio del City Bank londinense para reformarlo y convertirlo en un vanguardista hotel con la firma del premio Pritzker de Arquitectura y premio Príncipe de Asturias de las Artes, el británico Norman Foster. Unas semanas antes, a primeros de septiembre, el mismo grupo dio cuenta de su entrada en el mercado estadounidense con la apertura de Meliá Atlanta, un establecimiento en régimen de gestión que le permitirá desarrollar su estrategia de expansión en aquel mercado.

Otra de las mayores cadenas españolas, NH Hoteles, también acaba de abrir en Alemania, tras dos años de obras y en régimen de alquiler, su segundo establecimiento en la capital de Sajonia, el NH Dresden Altmarkt, un hotel de cuatro estrellas situado en el centro histórico de la ciudad. Y en los últimos meses ha abierto nuevos hoteles en Europa del Este y en Italia.

Sol Meliá incorpora a la cadena, pese a la crisis, un nuevo hotel cada mes
NH espera culminar en breve una venta de activos por 300 millones de euros

No son hechos aislados. La crisis está cambiando a marchas forzadas la estrategia de las mayores cadenas nacionales que entre renovarse o morir han optado por la primera de las opciones. Y lo han hecho incrementando el peso de sus negocios internacionales en detrimento de los domésticos y haciendo caja con la propiedad de sus establecimientos pero reservándose la gestión de esos hoteles en régimen de alquiler. Todo ello combinado con programas estrictos de control y reducción de gastos -que han incluido el aligeramiento de plantillas-, de renegociación y recorte de la deuda, y de políticas destinadas al enriquecimiento y diferenciación de sus ofertas (gastronomía de firma, nuevas tecnologías y medidas de desarrollo sostenible).

En el actual contexto de crisis el plan de expansión de Sol Meliá, según explicaban esta misma semana fuentes de la compañía, "consiste en aprovechar las oportunidades de mercado para consolidar el negocio y revalorizar las marcas. Si hace dos años presentábamos un plan muy expansivo, de crecimiento de unos 70 hoteles en tres años, basado en una fuerte inversión asociada, hoy vemos que, pese a la aparición de la crisis, el grupo cumple con sus objetivos de crecimiento y está incorporando a la cadena cerca de un hotel cada mes". Es cierto, admiten, que ha habido que adaptar "la fórmula en que se basaba este crecimiento, pues no es momento para apalancar capital, para hacer grandes inversiones o, desde luego, para incrementar el endeudamiento: todo lo contrario, la estrategia financiera pasa por seguir reduciendo la deuda". Por ello, agregan, el crecimiento se basa sobre todo en incorporar hoteles "bajo régimen de contrato de gestión, alquiler o franquicia, lo que permite seguir revalorizando y extendiendo las marcas".

Clave su actual estrategia ha sido la adopción de una triple diversificación: geográfica, en primer lugar, para prevenir el riesgo de una excesiva exposición a un país determinado; por segmentos de negocio, en segundo lugar, a través del mantenimiento en el entorno del 50% del peso en balance de los hoteles vacacionales y los hoteles urbanos, lo que contribuye a atenuar el impacto de la crisis; y finalmente, diversificando por categorías y marcas.

En 2010 esta cadena ha inaugurado, entre otros hoteles, el Gran Meliá Shanghai (China), el Innside Dresden (Alemania) y el Meliá Sharm (Egipto). Además, en junio, cerró la venta de su marca Tryp por 42,5 millones de dólares al gigante norteamericano Wyndham Hotel Group, en el marco de una alianza estratégica que incluye acuerdos en los ámbitos de expansión internacional, sistemas de reservas y políticas de fidelización de clientes.

Sol Meliá, por otra parte, firmó en agosto el aplazamiento por dos años en el pago de 252 millones de amortizaciones de una parte de su deuda prevista para los ejercicios 2011 y 2012 con el objetivo de poder efectuar esa amortización con más comodidad.

Y no les está yendo mal con esta política ya que, según los analistas, Sol Meliá está liderando la recuperación de su sector. Su competidora NH, aunque algo más retrasada, también está mejorando sustancialmente sus números y su actividad y confía en completar una venta de activos por valor de 300 millones de euros a mediados del próximo año. En el primer semestre de 2010 ya ha ejecutado ventas de activos por valor de 117 millones, al desprenderse de tres hoteles en México y del hotel St. Ermin's en Londres; y en julio cedió también por 23,4 millones a la inmobiliaria alicantina

Inmolevante la propiedad del edificio de NH en la calle de Alberto Aguilera de Madrid, aunque sigue explotando el hotel allí ubicado mediante contrato de alquiler.

La cadena con mayor número de establecimientos, cerca de 400 tras incorporar en 2009 la gestión de los hoteles de Hesperia, tiene una treintena de proyectos firmados hasta 2013 y dos terceras partes de ellos se van a desarrollar fuera de España. Y solo en un 15% de esa treintena de proyectos va a operar como propietario del inmueble, en el resto solo explotará la gestión de los hoteles.

"NH Hoteles", explicaban esta semana fuentes de la compañía, "ha desarrollado iniciativas desde 2009 que le han permitido reducir el impacto de la ralentización de las ventas. Estas medidas se enmarcan en un plan global de racionalización, que ha supuesto un descenso de los gastos de 112,7 millones en 2009, compensando así un 44% de la caída de los ingresos en hoteles comparables de ese año. En 2010 se han mantenido los planes de ahorro como medida preventiva ante una posible recuperación del entorno".

"También se ha puesto en marcha", agregan estas fuentes, "un plan de reducción de costes centrado en la disminución de sus gastos operativos. Entre otras acciones, NH ha optimizado su gestión de compras, renegociando los acuerdos con sus proveedores". Y además está desarrollado un programa interno, "todos somos ventas", para concienciar a todos los empleados de que deben actuar como comerciales del grupo y así potenciar las ventas.

"Creemos que el mercado está magnificando los problemas financieros de la compañía", señala un reciente informe de Ahorro Corporación. "Es cierto que NH Hoteles terminará 2010 con un apalancamiento de diez veces la deuda neta sobre el Ebitda", señalan, "pero la compañía genera caja suficiente para pagar intereses y afrontar los vencimientos de deuda de este año (136 millones de euros)". También creen estos analistas que es "erróneo", y lo subrayan, pensar que esta cadena no va a completar su plan de venta de activos y desinversiones y que no vaya a lograr hacer frente a unas amortizaciones de 226 millones de euros en 2011.

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