El campeón busca espacios
Con menos gol y remate que los dos últimos años, el Barça recibe al Mallorca sin Xavi ni Villa
Advierte Pep Guardiola, con cierto aire de preocupación, que al Barcelona le cuesta cerrar los partidos. No ignora que también le cuesta abrirlos. En el inicio de la tercera temporada con él al frente, el equipo chuta menos que los dos cursos anteriores y, consecuentemente, marca menos goles. "Eso, el gol, es un matiz del juego", disculpa el entrenador a sus chicos, contento porque están jugando bien, es decir, porque están haciendo casi siempre lo que reclaman los rivales. "Nosotros nos amoldamos a cómo se defienden y, en ese sentido, estamos haciéndolo bien. No tengo queja", avisa el entrenador de los azulgrana, que hoy se miden al Mallorca. Un equipo que siempre se le ha atragantado y que llega este año con Llorenç Serra Ferrer, ex técnico del Barça, como propietario y Michael Laudrup y Miguel Ángel Nadal, ex compañeros en el dream team, en el banquillo.
Guardiola: "Jugamos mejor. Generamos más ocasiones, pero no las metemos"
En la comparación con los años anteriores, la única posible para un equipo incomparable, es evidente que el Barcelona chuta menos. En el primer curso con Guardiola, el 2008-2009, el del triplete, el Barça disparó 104 veces en los cinco primeros partidos de la Liga: 51 remates fueron a puerta y 12 fueron gol. El pasado hubo 91 remates, 50 entre los tres palos, para conseguir 16 goles. Y, en lo que va del presente se ha bajado a 66 disparos de los que 37 encontraron la portería y 9 fueron goles.
¿Cuál es la razón por la que el Barça dispara y marca menos? "Es una cuestión de espacio y cada vez cuesta más encontrarlo", sostiene Tito Vilanova, ayudante de Guardiola. En varios partidos se ha podido observar a 10 defensores del adversario de turno y a seis atacantes azulgrana apiñados en la frontal del área. "Siempre ha sido difícil atacar a un equipo que se junta en dos líneas de 10, que a veces es solo línea y media. Era complicado hace 50 años, lo es ahora y lo será en los próximos 50 años", sostiene Guardiola, más preocupado por encontrar soluciones que por lamentarse; "hemos jugado contra todo tipo de defensas y hemos salido adelante. Yo prefiero que no me ataquen porque así es más difícil que nos hagan un gol. Prefiero tener la pelota en su campo y descubrir por dónde les puedo hacer daño". Eso, dice, está sucediendo: "Los equipos tienen matices defensivos y tratamos de aprovecharlos, aunque, normalmente, no juegan siempre como lo hacen contra nosotros".
Parece lógico que los equipos salgan dispuestos a defenderse con uñas y dientes y que incluso renuncien a su estilo natural cuando se trata de medirse al Barcelona. No en vano, cuando Guardiola y su equipo, unos novatos, comparecieron en escena hace tres años, el Barça venía de quedar tercero en la Liga, a 18 puntos del Madrid, y se había dejado 13 en su terreno (dos empates y tres derrotas) de los 47 en juego.
Aquel equipo con el que se atrevía cualquiera es historia. "Hace dos años éramos una sorpresa. Los equipos trataban de salir jugando y recuperábamos el balón muy cerca de su área. Ahora es imposible. Excepto el Valencia, la mayoría de los últimos 30 equipos contra los que hemos jugado nos regalan la pelota. No la quieren. El portero no se la pasa al defensa, sino que la tira", dice el entrenador barcelonista, que, sin embargo, desconfía de las estadísticas y apunta una particular teoría: "Sinceramente, cuando repaso algunos partidos del primer año, tengo la sensación de que lo hacemos mejor. Pero en ocasiones llegábamos cuatro veces y las metíamos las cuatro. Ahora generamos más y no las metemos".
Contra el Mallorca no podrá jugar Xavi, lesionado, ni Villa, sancionado. No parece preocupar a Guardiola la baja del volante, corazón del juego del equipo: "Jugará Busquets, Thiago o Iniesta", dijo antes de comentar que fue el propio Xavi quien habló con Vicente del Bosque para explicarle que no podía más: "Desde México arrastraba problemas. El pobre no podía ya. Cuando un jugador tan estable y que se lesiona tan poco, que aguanta tanto el dolor, te dice que ha estado a punto de pedir el cambio en el minuto 20, es que necesita descanso".
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