"La gente empieza a pensar que es posible un cambio"
Se lanzó al ruedo sin pensarlo dos veces y está animando las primarias. El diputado autonómico Manuel Mata (Valencia, 1959), abogado de profesión, no se cansa de proclamar que el vuelco electoral es posible en la ciudad.
Pregunta. ¿Era Carmen Alborch su candidata?
Respuesta. Carmen Alborch era una excelentísima candidata. Si en lugar de ella se hubiera presentado alguien con la legitimidad de haber ganado un congreso, como Salvador Broseta (secretario general del PSPV de Valencia), yo no hubiera competido. Ante cualquier otro, tienen que decidir los militantes.
P. ¿Qué han hecho mal los socialistas frente a Rita Barberá?
R. Más que de lo que haya hecho mal el PSPV-PSOE, hay que hablar de lo que ha hecho bien Rita Barberá. A los seis meses de llegar dijo que Valencia era más segura y estaba más limpia porque estaba ella y hemos estado desde entonces prisioneros de una tela de araña que ahora es cuando podremos romper, para explicar las cosas como son y ver qué opciones hay.
"Cuando alguien viene a venderle un evento a Rita Barberá, lo compra sin mirar el precio"
P. Usted y la alcaldesa, que también es diputada autonómica, tienen una relación curiosa. Ella parece ponerse muy nerviosa cuando usted habla en las Cortes de temas como El Cabanyal.
R. Yo tengo mucho respeto por Rita Barberá. La conozco hace muchos años. Vivía al lado de mi casa... Tuve una intervención sobre El Cabanyal en las Cortes muy dura con su gestión y ella intentó modular eso diciendo que yo había votado el Plan General cuando era concejal, cosa que no era cierta. Y entonces se montó el lío.
P. La alcaldesa apaga farolas para hacer frente a la crisis. ¿Usted qué haría?
R. Ese es el paradigma de lo que ha hecho Rita Barberá. Ha puesto tres veces más farolas de las necesarias, ha pagado tres veces más de lo que valen y, ahora, cuando viene la crisis, apaga un tercio de las farolas. Ella hace lo fácil. Cuando alguien viene a venderle un evento, lo compra sin mirar el precio y cuando tiene un problema lo resuelve por la vía más expedita. Si lo complicado es rehabilitar El Cabanyal, regenerarlo, ella lo derriba.
P. ¿Qué propone hacer con la ciudad?
R. Después de 20 años de gobierno del PP no tenemos que caer en eso tan valenciano del "fer i desfer com el matalasser". Asumamos que nuestra ciudad es como es, preciosa, pero que nos han dejado mirarla por una ventanita muy pequeña. Veíamos cómo se lo pasaban bien otros. Ahora es el momento de que disfrutemos de la ciudad. Me preocupa la falta de participación de los ciudadanos. Hemos de hacerla transparente, que sepamos a quién se compran los bolis y por qué, que eliminemos las cláusulas de confidencialidad...
P. ¿Y los grandes eventos?
R. Ya no nos engaña nadie. Si la Copa del América ha supuesto una inversión de 500 millones de euros en una dársena con la que Rita Barberá no sabe qué hacer; si hemos pagado 120 millones a un señor suizo por traerla aquí, no se entiende que San Diego le quiera cobrar 120 millones por hacerla allí. Algo no funciona. Con todo ese dinero viviríamos muy bien. Me preocupa, por ejemplo, que la gente que tiene niños pequeños sea expulsada de Valencia a los pueblos de alrededor donde puede vivir mejor. Carmen Alborch tuvo una frase muy buena: "Quiero una ciudad para vivir y otra Valencia es posible". Concretémoslo.
P. Dice que se puede pasar de 12 concejales a 17 si Barberá consiguió hacerlo de 9 a 18 en 1991.
R. ¿Por qué hay que resignarse a no pasar de 12 a 17? La gente empieza a pensar que es posible un cambio.
P. ¿Le parece razonable que todos los concejales tengan coche oficial?
R. El Ayuntamiento que yo viví tenía coches de incidencias. Los coches oficiales tuvieron como origen la salvaje campaña de ETA contra regidores. Es de esperar que se normalizará
P. ¿Qué opina de la recalificación de Mestalla y del nuevo estadio?
R. Me parece gravísimo que Barberá dijera urbi et orbi que el verano de 2011 se iba a jugar la final de la Liga de Campeones en el nuevo estadio, que es hoy una estructura sin vida que no se sabe cómo se va a pagar. Ahora soy partidario de que el tema se resuelva.
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