"¿Quien esté libre de pecado que tire una piedra? Ahí va"

El presidente del Gobierno valenciano, Francisco Camps (PP), utilizó ayer el último debate de política general antes de las elecciones para dibujar una imagen idílica de la región. Para ello ignoró la grave crisis institucional provocada por los casos de corrupción, y responsabilizó de todos los problemas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas le respondieron de forma teatral: con una piedra.

Camps, que es el primer presidente de la Generalitat que acude imputado por la justicia a este debate, se presentó como un político preocupado por el desempleo: "Para mí lo más importante son los parados y los que peor lo están pasando. Pienso en compañeros míos de colegio que no tienen trabajo". Sin embargo, sus propuestas se limitaron a prometer más eficacia en las políticas de empleo y a anunciar una serie de iniciativas menores.

Camps se comprometió a pedir más dinero al Ejecutivo central para los desempleados valencianos y a reclamar la transferencia de las bonificaciones a la contratación que ha conseguido el PNV para Euskadi en la negociación de los Presupuestos. Y ofreció su medida definitiva: "Es fundamental un cambio de Gobierno para crear empleo".

Camps se encontró, sin embargo, con una piedra en el zapato. El portavoz socialista, Ángel Luna, cerró su réplica con teatralidad, al dejar caer un guijarro frente a Camps como muestra de que no dejará de pedir transparencia y explicaciones frente a la corrupción. Acusado el mismo por el PP, Luna replicó: ¿el que esté libre de pecado que tire la primera piedra? "Ahí está la primera. Vendrán más". El presidente valenciano criticó en su respuesta "el arma arrojadiza, la violencia y el gesto exagerado". La piedra se la quedó el diputado socialista Manuel Mata, que la subastará en Internet para recaudar fondos.