Trezeguet acaba con Álvarez

Ni con el perdón a Luis Fabiano, inédito en el Rico Pérez, obtuvo la amnistía Antonio Álvarez en su cuestionada trayectoria en el Sevilla. Su equipo no obtuvo recompensa alguna en Alicante. En parte, por una nueva demostración del guardameta herculano, Calatayud, que atesora una excelsa colección de paradas en este arranque de curso.

Más allá del riesgo, la ventaja que da jugar con un mediocentro, Fritzler, es que permite esconder a un centrocampista, Tiago Gomes, para que aparezca al ataque por sorpresa. Así se produjo el penalti que supuso el primer gol de Trezeguet. Tiago Gomes, el elegido para descolgarse, entró como una bala en el área para recibir de Kiko Femenía. Zokora arrancó tarde y le trabó por detrás. El 1-0 fue muy duro para un equipo con claros síntomas de decadencia por mucho que ayer sufriera su primera derrota en la Liga. Pero es que, además, una de las bajas que más acusó fue la de Konko. Su sustituto, Dabo, se convirtió en un chollo para Drenthe. De sus cabalgadas, regates y hasta vaciles sacó partido el Hércules porque Trezeguet ha conseguido afinar la puntería y, con los dos de ayer, suma ya tres goles en la Liga. Su remate para el 2-0 tras un centro-chut de Kiko lo atestigua.

Sin apenas recursos en el banquillo por las ausencias de Jesús Navas y Kanouté, Álvarez sólo pudo llamar a filas tras el descanso a Perotti y Negredo. Pero el problema era otro. Con Zokora y Romaric en el doble pivote, la zona creativa merma su producción y ni siquiera cuando formaron en rombo mejoró su equipo por la nimiedad de su aportación. El fútbol plano y al ralentí que ofertan aboca al grupo a depender de los destellos individuales. Así que la mejor respuesta fue enviar balones largos al área para que entre Luis Fabiano y Negredo se fabricaran segundas jugadas. El brasileño reapareció como una caricatura de sí mismo y solo la llegada a la banda derecha de Capel consiguió imprimir velocidad a las acciones ofensivas del Sevilla. Fue entonces cuando la defensa herculana hizo honor al nombre del club: con el balón, cuando jugó adelantada, y sin él, yendo al rechace.