El Gobierno intenta amortiguar el efecto del pacto de Zapatero con el PNV

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, se esforzó ayer de nuevo en transmitir la implicación positiva del mismo en el inminente acuerdo entre el Ejecutivo central y el PNV, que añadirá al traspaso de las políticas activas de empleo la gestión de las reducciones a las empresas en las cuotas de la Seguridad Social por los contratos que incentiven.

Al tiempo, el lehendakari, Patxi López, se adelantó a anunciar en una publicación interna del grupo socialista que el PSE garantizará la aprobación de los próximos presupuestos de las tres Diputaciones, gobernadas en minoría por el PNV, y, según parecía sugerir, también de los Ayuntamientos que lo precisen. "Por responsabilidad y por convicción de país", justificó, y más "en momentos como éstos cuando se trata de consolidar la salida de la crisis". Antes afea a los peneuvistas que hayan minimizado la importancia de tener o no esos presupuestos por la cercanía de las elecciones forales.

El 'lehendakari' explica el apoyo a las cuentas forales "por responsabilidad"

Mendia resalta que el PNV regrese "a objetivos del" Estatuto"

Ambas cosas parecen indicativas de la inminencia de un acuerdo por el que Euskadi recibirá una competencia pendientes durante décadas y que tienen las otras 16 comunidades autónomas. Otras fuentes, sin embargo, indicaban ayer que la escenificación del anuncio forma parte de los flecos pendientes en la negociación y que el PNV podría preferir retrasarlo para acercarlo al Alderdi Eguna (Día del Partido), que se celebra el próximo domingo, o incluso anunciarlo en su desarrollo.

Mendia valoró por encima de todo lo que entiende que la negociación en el Congreso revela sobre el regreso del PNV "a la senda del Estatuto". "Parece que ha abandonado la senda identitaria de ruptura, de superación del marco estatutario y nos alegramos de que vuelvan a los objetivos del Estatuto" y, en lo concreto, "a la transferencia de las políticas activas de empleo", señaló en la rueda de prensa tras la reunión semanal del Gabinete.

Fuentes del Gobierno insisten en esa lectura de la negociación, recordando la andadura de esa década pasada, lo mismo que el contenido de las propuestas de resolución que presentó el PNV en el pasado debate sobre el estado de la nación, en las que podía verse incluso el espíritu del plan Ibarretxe. Y establecen la comparación con lo "a pie de tierra" que ha descendido el trato. En el Ejecutivo se ha asumido que el PNV vivirá sus "días de gloria" hasta que, avanzado octubre, se voten en el Congreso las enmiendas de totalidad a los Presupuestos Generales del Estado, dada la necesidad de sus votos que tiene el presidente Zapatero. Pasado ese plazo, afirman dichas fuentes, el peso del PNV volverá a ser el de primer partido de la oposición en Euskadi, pero ya sin posibilidad de internarse por los caminos soberanistas por los que siguen abogando notables sectores peneuvistas.

La portavoz se negó a contemplar la posibilidad de que un eventual anuncio mañana mismo del acuerdo para el traspaso pudiera ensombrecer el papel del lehendakari en su primer debate de política general. Mendia admitió que esa situación puede darse "en cualquier momento", pero, ni quiso aventurar más precisión, ni reconoció que pueda perjudicar a López y su Gobierno. Mendia recordó que el Ejecutivo ha trabajado desde sus inicios en la transferencia y aseguró que incluso en esta fase final de negociación con el PNV ha aportado sugerencias de fórmulas para facilitar el acuerdo.

Se anucie cuando sea el pacto será "una buena noticia, especialmente para los parados", recalcó. "Siempre dijimos que había margen para el acuerdo entre PSOE y PNV", con tal de que este partido no pretendiera romper la "caja única de la Seguridad Social".

Incluso si se conoce mañana, aunque sea en el debate en la Cámara, la noticia del acuerdo "nunca puede ensombrecer nada, sino que supondrá ratificar el trabajo del Gobierno y el lehendakari estos 16 meses" para que el traspaso se materialice.

El Gobierno seguía ayer puntualmente informado de la marcha de los intercambios de papeles entre socialistas y peneuvistas en el Congreso, resaltó Mendia. El portavoz peneuvista en la Cámara baja, Josu Erkoreka, entregó a su homólogo del PSOE, José Antonio Alonso, los borradores y trabajó toda la tarde junto al diputado nacionalista Pedro Azpiazu en ellos. Fuentes del PNV indicaron que estos textos contienen las "reivindicaciones históricas" de la formación en la materia. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, abogó personalmente por el acuerdo. El pacto abrirá una segunda negociación, con el voto favorable a las cuentas de Zapatero ya comprometido en secreto, y en torno a compromisos de inversiones en Euskadi que el PNV pueda exhibir como un logro propio.