El recorte financiero deja a 102.487 alumnos de ESO sin bono libro

Las carencias del sistema educativo público valenciano son sólo una "anécdota" para el consejero Alejandro Font de Mora, que ayer inauguró un instituto público nuevo en Ontinyent. Pero no lo son para las familias de los 102.487 alumnos de primer y segundo curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria de los centros públicos y concertados que empezaron el curso sin el prometido bono-libro. Un sistema de ayudas que funciona en todas las comunidades autónomas. Un programa en el que el Gobierno de Francisco Camps se comprometió en 2007 a invertir 200 millones de euros, de forma gradual. El bono ha finalizado su trayecto en sexto de Primaria. "Hasta aquí hemos llegado", confirma la consejería.

Tampoco lo son para los equipos directivos de los 371 institutos públicos que han perdido, sólo en programas educativos de compensatoria, 225 profesores de apoyo y refuerzo. Todo esto en la comunidad con más fracaso escolar de España (35,9%), sólo por debajo de Baleares, Ceuta y Melilla. Los citados programas PROA, cofinanciados por el Ministerio de Educación, están especialmente diseñados para los alumnos con mayor dificultad en el aprendizaje. Pero este curso sólo habrá en 63 centros: 30 menos que el pasado.

La Comunidad Valenciana lidera también la tasa de abandono de estudios más alta entre jóvenes de 18 y 24 años que no siguen ningún tipo de formación, con el 31,8%. Muy lejos del 15,3% del País Vasco (que se acerca al 10% que fijan los Objetivos aprobados por la Unión Europea); del 23,2% de Castilla y León, o del 24,9% de Madrid.

Las "anécdotas" no terminan aquí. El impulso que ha tenido la Formación Profesional (FP) -que el curso pasado desbancó por primera vez al Bachillerato en número de alumnos- vuelve a repetirse este curso con 63.105 alumnos matriculados en julio (falta la matrícula de septiembre que cerró el martes), lo que supone otro aumento consecutivo de la demanda del 6,39%

La oferta de FP, sin embargo, sigue en el aire. Los cinco sindicatos de la enseñanza pública -CC OO, UGT, STEPV, CSIF y Anpe- denunciaron el martes, un día antes de la apertura oficial del curso, que la no autorización de dobles grupos en muchos de los 372 módulos de FP (en los que sólo debería haber 18 alumnos debido al riesgo en la manipulación de materiales) puede dejar en la calle a un millar de docentes, que se suman a los 225 de refuerzo de Secundaria (y a los 125 menos de Primaria).

Según un estudio de campo realizado ayer en 61 institutos públicos por el STEPV, "en el 77% de los centros faltaba profesorado para cubrir vacantes o bajas por enfermedad". Y en el 34%, tienen uno o varios grupos con ratios superiores a 30 y 35 alumnos, "consecuencia directa de la no autorización de nuevas unidades". El 48% de los centros encuestados confirmaron problemas de instalaciones (barracones, goteras, climatización, falta de espacio o de reformas).

El curso arranca con Font de Mora "enfrentado a toda la comunidad educativa", insiste Fete-UGT. Font de Mora ha desatendido las protestas por los recortes y llegado a afirmar que "las palabras sindicatos y catastrofismo van indisolublemente unidos". Una frase que la diputada del PSPV Ana Noguera califica de "contradicción" en un consejero empeñado "en aprobar una ley para defender al profesorado. Es una broma de mal gusto".