El oro marca su precio más alto de la historia por la aversión al riesgo y la caída del dólar
Han pasado dos años desde la caída de Lehman Brothers, cuya quiebra llevó al borde del colapso al sistema financiero internacional, pero por mucho que corra el tiempo, la aversión al riesgo se mantiene en los mercados. Ante la incertidumbre sobre la recuperación, explican los analistas, los inversores están apostando por aquellos valores que les pongan a cubierto de unas turbulencias que no cesan, y no hay duda de que el oro, que ayer alcanzó su precio más alto de la historia con 1.273 dólares por onza, es la inversión refugio por excelencia.
Frente a la escasa revalorización de las Bolsas -el índice S&P 500 de EE UU apenas ha ganado un 0,9% desde enero aunque en Europa la mayoría se mantiene en pérdidas-, el oro se ha convertido en una de las inversiones más rentables. En lo que va de 2010, su cotización ha avanzado un 16,5% y los analistas no descartan que llegue a 1.400 dólares de aquí a final de año. Con este panorama, el nuevo récord, apuntan los expertos, no es sino un escalón más de la escalera. Aunque hay más, junto al miedo a la renta variable que también está favoreciendo a otras materias como la plata o a la deuda alemana, un factor clave del repunte del metal precioso ha sido la bajada del dólar frente al euro, al yen o el franco suizo.
El oro cotiza en dólares, con lo que reacciona al alza ante cualquier movimiento brusco a la baja en la divisa estadounidense para corregir la pérdida de valor. Ayer, el billete verde cedió posiciones frente al euro, que rebasó la barrera de los 1,30 dólares, según apunta Juan Pedro Zamora, analista de XTrade Brokers.
Desde AFI, Miguel Arregui suma a la evolución del dólar las hipótesis que auguran un escenario de caída de la inflación como una explicación de la revalorización del oro, que está al margen de los vaivenes en los precios. Mientras, más optimista, Rafael Romero, de Unicorp, alude al avance que están registrando el conjunto de las materias primas para vaticinar la apertura de un escenario más positivo de crecimiento en el futuro.
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