Sacyr ultima un acuerdo con dos cajas para acabar la autopista de Las Pedrizas

La constructora Sacyr está ultimando un acuerdo con Unicaja y Caixanova para obtener recursos financieros que le permitan terminar la autopista de peaje AP-46, entre Málaga y el Alto de Las Pedrizas. La obra, iniciada en 2008 y actualmente a un 50% de su ejecución, estuvo detenida durante medio año por falta de fondos. El pasado enero, la constructora anunció la reanudación de los trabajos, que han superado el ritmo anterior a la paralización.

Según adelantó el diario Expansión, Sacyr prevé recibir fondos cercanos a los 200 millones de euros -la inversión total de la infraestructura es de 367 millones- mediante un préstamo que permita inaugurar el corredor durante 2011. La compañía de Luis del Rivero, propietaria del 100% de la sociedad que gestionará la futura autopista, completaría la obra con fondos propios. La nueva vía debería haberse puesto en servicio a finales de 2009 con un coste para los turismos de 1,5 euros.

La autopista, de 24,5 kilómetros, se unirá a la altura del Puerto de la Torre con la futura hiperronda de circunvalación de Málaga, una carretera con varios tramos casi al 100% y cuya finalización también estuvo en el alero debido a los recortes de inversión anunciados por el Ministerio de Fomento el pasado mayo. Finalmente, la segunda ronda de Málaga fue una de las actuaciones indultadas a finales de agosto por el departamento que dirige José Blanco.

La autopista de Las Pedrizas, que discurrirá paralela a la autovía A-45, libre de pago, fue diseñada por el gobierno del PP e iba vinculada a la hiperronda de Málaga, de modo que ambas obras se realizarían al mismo tiempo. Con la llegada del PSOE al poder, en marzo de 2004, la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, decidió separar ambas obras, de modo que la hiperronda se financiara con cargo a los presupuestos del Estado y no con el dinero que pagaran los usuarios de la autopista de peaje.

La AP-46 atraviesa los montes de Málaga por los municipios de Antequera, Almogía y Casabermeja. La obra, con 17 viaductos y tres túneles, supone el movimiento de 12 millones de metros cúbicos de tierra en una zona de alto valor ecológico, aunque no protegida. En febrero de 2004, el Ministerio de Medio Ambiente emitió una Declaración de Impacto Ambiental que permitía ejecutar la obra pese a su "importante" incidencia en la flora, la fauna y el paisaje, e imponía una larga serie de normas correctoras para minimizar el impacto.

La plataforma Nueva Cultura del Territorio, que aglutina a varios colectivos ecologistas, denunció ayer ante los ministerios de Fomento y Medio Ambiente una "nueva transgresión grave" de la declaración de impacto ambiental en la obra de la autopista. Según los conservacionistas, Sacyr ha modificado el proyecto inicial de modo que un viaducto ha quedado acortado y se ha hecho necesario encauzar el río Cauche con taludes de hasta 40 metros. La plataforma afirma que esta modificación del proyecto supone crear un "fondo de saco eterno para la fauna". La declaración de impacto ambiental conminaba a que "siempre que sea posible" se evitara la "rectificación y canalización de los cauces". En agosto de 2008, las obras destruyeron un acueducto protegido sobre el arroyo Valdivia, en Antequera.