Quince miradas desde la sociedad

Los más de seis minutos de la grabación que ETA hizo pública ayer a través de la BBC anunciando la declaración de su alto el fuego motivaron una cascada de reacciones de todos los ámbitos, a pesar de que muchos representantes optaron por esperar y no hacer valoraciones en caliente. De su lado, el presidente navarro, Miguel Sanz, afirmó que el comunicado supone "una decepción y una nueva estratagema de ETA para comprometer al Gobierno de España" en una negociación.

Estas son algunas de las posturas y opiniones que mostraron a lo largo del día de ayer diversas instituciones, entidades y personalidades vascas.

- Confebask. La patronal vasca, prefirió esperar con cautela antes de ofrecer su opinión sobre el anuncio etarra, según explicó a EL PAÍS una portavoz de la entidad.

El comunicado en los términos que desearíamos no es posible ahora

- Obispos. Los tres obispados vascos se mantuvieron también en silencio con respecto al alto el fuego. El recién nombrado obispo de Bilbao, Mario Iceta, se encontraba ayer en Roma, mientras que los otros dos prelados, -Miguel Asurmendi, de Vitoria, y José Ignacio Munilla, de San Sebastián- no quisieron hacer declaraciones.

- Juan Luis Ibarra. "El comunicado no permite pensar que los terroristas hayan desistido del crimen", afirmó el presidente del Tribunal Superior vasco. "Mientras no se produzca un real y efectivo desistimiento en el uso de la violencia terrorista, los poderes públicos debemos seguir cumpliendo con las funciones que, frente al crimen, nos encomienda el Estado de Derecho", añadió el máximo representante del poder judicial en Euskadi.

- Asociación de Empresarios de Hostelería de Guipúzcoa. La entidad que representa a restaurantes, bares y locales de ocio nocturno en la provincia destacó que el anuncio ya de por sí tiene efectos positivos en su actividad económica. "Tenemos la experiencia de que la tregua anterior fue muy buena para el sector y se notó en la cifra de negocios. Esperemos que sea la definitiva", afirmó a este periódico su presidente, Mikel Ubarrechena. La ausencia de violencia ha influido, por ejemplo, en que julio pasado haya sido el mejor mes en la historia del turismo en Euskadi.

- Joseba Arregi. El ex consejero de Cultura y portavoz del colectivo ciudadano Aldaketa destacó la ambigüedad del texto difundido por la banda terrorista. "No se sabe si es una tregua temporal o definitiva. Hablan de no ejecutar acciones violentas ofensivas para que cada uno interprete lo que quiera. Creen que la democracia empezará cuando ellos lo digan y que hay que acordar con ellas el marco a través de la negociación". Arregi resaltó que en el trasfondo del comunicado persiste la idea de que "la violencia hasta ahora tenía sentido y que ahora toca recoger los frutos". "Esto es inaceptable, es matar a las más de 800 víctimas de nuevo", argumentó.

- Borja Cobeaga. El director de cine se enteró del anuncio leyendo la prensa en Internet. "Me metí en vuestra página y saltó la alerta urgente", explicó a EL PAÍS. Considera que el texto de la banda es positivo, aunque hay que tomarlo con cautela."Me lo he tenido que leer varias veces para intentar descifrarlo. No es nítido", explica. Tiene la esperanza de que la violencia termine siendo desterrada de una vez. "Desde hace tiempo tengo un proyecto pendiente, una sátira sobre la política vasca, pero hay cosas que no se podrán contar hasta que las heridas estén cerradas", resaltó.

- Bernardo Atxaga. "En la última tregua pensé que tenía el deber de ser optimista. Ahora soy más franco y creo que hemos llegado al final del capítulo", afirma el escritor. "Lo he notado por los signos externos de lo que ocurre en la periferia de ese mundo. Ahora, el Gobierno y los partidos deben ser prácticos en el mejor sentido de la palabra, porque la última vez no hubo pragmatismo", sostiene el autor de Siete casas en Francia.

- Kirmen Uribe. El escritor y ganador del último Premio Nacional de Narrativa por Bilbao-New York-Bilbao consideró el comunicado como "una oportunidad, un paso adelante". "Siempre que se anuncia algo así es positivo, pero hay que ser prudente". A pesar de todo, recalcó que considera que "se están moviendo cosas en el entorno de la izquierda abertzale".

- Gesto por la Paz. La coordinadora pacifista opinó que el anuncio hecho por la banda resulta "poco clarificador" y recordó que "el sentimiento mayoritario de la sociedad reclama a ETA el abandono definitivo de su actividad terrorista".

El colectivo recalcó que, debido a que la credibilidad de ETA ante la sociedad se ha visto mermada "dadas las decepciones precedentes, son necesarios pasos más decididos y significativos". "En cualquier caso, ojalá esta decisión pueda propiciar una situación que puede facilitar la reflexión serena para el abandono definitivo de la violencia", concluyó Gesto en un comunicado.

- Enrique Echeburúa. El catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco (UPV) incidió en declaraciones a este periódico que cualquier cosa que suponga un parón en la violencia ya es un alivio para los amenazados. "Que mañana no tengan que estar mirando debajo del coche es positivo, aunque el comunicado contiene muchos elementos negativos y me parece insuficiente. El alivio definitivo vendrá con el anuncio de la disolución de la banda y la entrega de las armas", destacó.

"Creo que han querido hacer de la debilidad virtud. Quieren convertir su derrota en algo que suponga una salida digna", razonó el catedrático.

- Javier Galparsoro. "Yo soy un poco escéptico, porque en las anteriores pensé que eran las definitivas", explicó el abogado y presidente de CEAR-Euskadi. "Si las frases del comunicado admiten interpretaciones, eso invita a la prudencia. Hacen falta hechos y un lenguaje claro", aseveró.

- Juan López de Uralde. El promotor de Equo, el nuevo partido ecologista, coincidió en que lo que espera la sociedad vasca " es el abandono definitivo de las armas". "Cualquier idea puede defenderse de forma pacífica", razonó el ex director de Greenpeace en España en declaraciones a este periódico.

- Pello Salaburu. El sociólogo, miembro de Euskaltzaindia y ex rector de la UPV opinó que el alto el fuego es una noticia positiva, pero recela de la motivación de la banda: "Si han tomado esta decisión es por la presión y porque ETA está débil", explicó. Salaburu tiene la impresión de que el anuncio está hecho "de mala gana", pero subrayó: "Sí tengo esperanzas, sobre todo porque ellos se sienten perdidos".

- Aizpea Goenaga. La directora del Instituto Etxepare se muestra más optimista y asegura que en el ámbito del euskera se ha recibido el alto el fuego con "mucha ilusión, con ganas", a pesar de que en parte era lo que ya se estaba esperando. Goenaga abundó que la decisión "es buena para todas las partes" y la vió como "el momento para que se escuche la voz de todos".

- Xabier Aierdi, sociólogo. "La izquierda abertzale tiene que tomarse en serio su propio futuro en vez de estar echando balones fuera y que otros le resuelvan la papeleta", reflexionó el profesor de Sociología de la Universidad del País Vasco. "Los demás ya hemos hecho lo que podemos. Que piensen qué es lo que pueden hacer ellos por nosotros", concluyó.

Información elaborada por Karim Asry, Ania Elorza y Mikel Ormazabal.