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Reportaje:Empresas & sectores

Más marca para conquistar China

Las empresas españolas apuestan por la calidad en su intento de ganar terreno en Asia

Manuel V. Gómez

A la hora de señalar el camino de salida de la crisis, todos los dedos señalan en la misma dirección: a las fronteras. Apuntan al sector exterior. Tras la tregua que ha dado el consumo interno en la primera mitad del año y que ha permitido a España salir de la recesión, pocos creen que el que ha sido el motor tradicional de la economía española pueda seguir tirando de ella solo. Muchos miran a las empresas y a su capacidad de exportación. Y ahí, en esa apuesta -como en casi todos los aspectos de la economía global- aparece China como el gran mercado emergente.

El hueco que las empresas españolas han abierto en el mercado interior chino ha venido creciendo en los últimos años. No basta. Aumenta, sí, y otros -como Francia, Italia o Reino Unido- pierden. Pero tras cuatro años de arañar mercado, con un paréntesis en 2009, las empresas españolas apenas son un 0,43% de todo lo que compra China en el exterior. Insuficiente para el Foro de Marcas Renombradas Españolas, una fundación que agrupa a 94 compañías muy presentes en el escenario comercial y empresarial español que en 2008 señaló China entre sus objetivos prioritarios. También el Ministerio de Comercio lo ha hecho. Para crecer, empresas y Administración apuestan por las marcas y el diseño. "Aquí hay que ganar por calidad. Al chino no le puedes ganar en precio", apuntaba el pasado miércoles en Shanghai el vicepresidente Instituto de Comercio Exterior, Fernando Salazar, que hasta el día anterior había sido consejero comercial de la Embajada española en Pekín.

En 2000 había en China solo 30 empresas españolas; hoy son unas 540
El crecimiento del consumo no ha bajado del 10% anual durante la crisis

Para trabajar en esta línea, el foro ha decidido aprovechar la Exposición Universal de Shanghai. Se trata de ganar mercado en China más rápido. A la fuerza ahorcan. La crisis hundió el consumo español, y hay que ir allí donde haya demanda. "Hemos llegado tarde a la internacionalización. Nos es necesario ir más deprisa", comenta José Luis Bonet, presidente del Foro y de Freixenet, una de las mayores bodegas de España y exportador de vinos espumosos. El Foro abrió una tienda en el pabellón español, a unos metros de Miguelito, el bebé emblema de la Sociedad Española para Exposiciones Internacionales, como escaparate de los productos de sus asociados en el que es el mayor escaparate del mundo: una expo de 500 kilómetros cuadrados por la que hasta ahora han pasado unos 48 millones de visitantes, de los que 4 se han acercado a las instalaciones españolas.

El miércoles el foro celebró el día de las grandes marcas españolas en Shanghai, con la colaboración del Ministerio de Industria y la presencia de Amparo Fernández, Subsecretaria del mismo. Las marcas se pusieron de largo y eligieron como pareja de baile para el evento a Pau Gasol. El jugador de baloncesto de Los Ángeles Lakers es -con permiso de Rafa Nadal- el español (y la marca) más conocido en el mundo. "Es el mejor embajador de la marca España", afirma Bonet. Y todo un reclamo al que han recurrido para lograr su objetivo. También premiaron a los ciudadanos chinos que, en su opinión, han apoyado a sus empresas a lograr el objetivo de crecer en el país.

"La marca es conocida, pero no se sabe que es española", apunta Bonet cuando habla de los problemas que encuentran empresas como la suya. Pero en China, evidentemente, hay otro. "China es todavía una economía de bienes. España es una economía de servicios con empresas competitivas en este sector, que aquí todavía está muy regulado. El día que levanten las barreras crecerá el peso de las empresas españolas", explica Salazar. También apunta que la balanza comercial no refleja con total fidelidad la relación económica entre ambos países. "Es válido, pero incompleto", sentencia. Según este indicador, el desequilibrio a favor del gigante asiático en 2009 fue serio: España vendió a China bienes por unos 2.000 millones de euros; al revés, fueron 14.500. Pero en opinión de este conocedor del gran mercado de Asia, en estas cuentas cuesta reflejar, por ejemplo, el peso de las 86 tiendas que tiene Mango en él o las inversiones de Telefónica y BBVA en China Unicom y Citic, respectivamente.

Cuando se observa la nómina de empresas que integran el Foro de Marcas Renombradas Españolas, que invitó a Shanghai al enviado especial de EL PAÍS, se entiende el objetivo de crecer en China que sus socios fijaron en 2008. La gran mayoría de las exportaciones españolas al gigante asiático, según las cuentas del ICEX, son de materias primas y productos semielaborados para la fabricación industrial, química o componentes de automóvil; el perfil mayoritario de firmas del foro son fabricantes de productos de consumo, ya elaborados y dispuestos para vender al cliente de a pie.

El potencial de crecimiento de este tipo de productos es alto y, por tanto, también el de los socios del Foro. "Brutal", define Salazar. El crecimiento del consumo en China no ha bajado del 10% al año durante la crisis, todo un caramelo para cualquier vendedor. "Es el mercado de moda, para todo. Pero también es tremendamente competitivo", explica el directivo del ICEX, que ve en los 30 o 40 millones de ciudadanos con alto poder adquisitivo un terreno abonado para los productos de gourmet, agroalimentación y lujo.

Pero hacerse un hueco cuesta tiempo. Bonet explica que su empresa lleva dos años tratando de entrar en China. Sus cálculos señalan que hace falta al menos una década para consolidarse. "Antes eran unos 20 años, pero ahora creo que en 10 se puede conseguir", explica el presidente del foro.

De ser cierto, tal vez dentro de pocos años se recojan los frutos que hacen falta para ir alcanzando el ya manido cambio de modelo productivo. En 2000 solo había en China 30 empresas españolas; hoy son unas 540. Claro que esta cifra todavía es una gota en un océano de las 30.000 pymes o grandes compañías españolas. -

Pau Gasol posa junto a visitantes chinos ante Miguelín, el bebé robotizado que se expone en el pabellón de España en la Expo de Shanghai.
Pau Gasol posa junto a visitantes chinos ante Miguelín, el bebé robotizado que se expone en el pabellón de España en la Expo de Shanghai.EFE

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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