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Columna
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Un discurso relevante

Sin ninguna duda los aspectos más interesantes del discurso pronunciado ayer por Jorge Alarte ante el Comité Nacional del PSPV se encuentran en su esfuerzo por construir un relato que aclare las prioridades del partido que dirige ante una sociedad apesadumbrada por la crisis económica y el paro. Con esta premisa no debe resultar extraño que la mayor parte de su intervención estuviera dedicada al modelo de crecimiento del empleo, mientras que las referencias a la corrupción del PP o al caso Gürtel aparecían de forma colateral como puntales que soportaban la idea de la necesidad de cambio en las próximas elecciones autonómicas.

La incidencia que hizo el secretario general de los socialistas valencianos en el tema económico es relevante en la medida en que deja en un segundo plano el monotemático discurso de su partido sobre la corrupción del PP y pone el foco sobre el que es el principal problema de los valencianos: el paro. Ahora hay que esperar que esta subrayada línea de actuación tenga su correlato en el debate de política general sobre la Comunidad Valenciana que se celebrará en las Cortes valencianas a finales de este mes.

El líder del PSPV deja en un segundo plano el monotemático argumento de la corrupción del PP

Si el debate sobre la crisis supera al de la corrupción -por importante que éste sea, que lo es- es probable que la confrontación dialéctica entre los dos partidos mayoritarios conecte con los ciudadanos, que ya tienen una idea bastante formada sobre las responsabilidades políticas de los protagonistas del caso Gürtel, como se evidenció en los datos de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Si el objetivo que ayer marcó Alarte en Elche ("Quiero proponeros que la creación de empleo y la reactivación de nuestra economía sea el primer gran eje de nuestro proyecto para la Comunitat. Que los más de 600.000 parados valencianos sean nuestra preocupación constante") se plasma en los discursos políticos y en las propuestas de resolución del grupo socialista en el inmediato debate de política general, tal vez consigan visualizar una propuesta diferente a la de la judicialización de la política y adelantarse a la estrategia de los populares que tan buenos resultados les viene dando: Presentar a los dirigentes del PSPV como unos enemigos de los intereses de los valencianos. Veremos.

Las primarias. No son pocos los socialistas bienintencionados que ven en las primarias de su partido un remedio para alguno de los muchos males que les aquejan. El problema es que las primarias, tal y como están planteadas por el PSOE, son más bien unas internas que apenas sirven para ver el grado de afección que la militancia siente por éste o aquel candidato. Las primarias para serlo de verdad deberían contar con simpatizantes no militantes del partido y deberían tener como requisito una participación de un determinado porcentaje (bajo) de ciudadanos que figuren en el censo electoral. Solo así podría saberse cuál es el candidato de estos. Como eso no existe -y no se quiere que exista- las primarias socialistas se convierten en unas internas donde las diferentes familias partidistas dirimen sus cuitas, ajenas a los intereses de los electores.

Véase un ejemplo. Jorge Alarte, que ayer, por cierto, apenas dedicó unas líneas para hablar de las cuestiones internas de su organización, ha anunciado que se va a presentar a las primarias aunque solo concurra él como candidato. ¿Qué pretende el secretario general del PSPV con esta decisión? Organizar una suerte de referéndum en torno a su figura. Conocer el grado de confianza que depositan en él los militantes de su partido. En definitiva, unas internas que despejen de una vez por todas las insinuaciones sobre su supuesta debilidad en el seno del PSPV.

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Antoni Asunción. Nunca digas nunca jamás. Cuando Antoni Asunción dimitió como portavoz parlamentario del grupo socialista y diputado tras su derrota electoral ante Eduardo Zaplana, anunció que dejaba la política. Ahora regresa con mucha trompetería, como corresponde a un político de su trayectoria, para intentar concurrir a las primarias del PSPV y disputarle la candidatura a la presidencia de la Generalitat a Jorge Alarte. El regreso ha sido interpretado por algunos de sus compañeros de partido como una maniobra de la derecha, en unos casos, o como el resultado de unas reuniones de mesa camilla en la que habrían participado ex consellers y algún que otro periodista, en otros. Tengo para mí que no hay tal, que Asunción regresa porque realmente cree en lo que dice, aunque lo que diga sea un catálogo de obviedades, trufado de buenismo y de análisis simplistas, impropios de un político con su recorrido. Pero lo que realmente valdría la pena saber es si vuelve para quedarse si no consigue alcanzar los avales necesarios para disputarle la candidatura a Jorge Alarte o si, incluso alcanzados, pierde en las primarias. Esta es la cuestión. Porque si Asunción regresa a la primera línea de su partido y si no consigue sus objetivos se vuelve a casa, quedará como un jugador de ventaja que solo entra en la partida si tiene las de ganar. Algún antecedente sobre esto ya existe. Pero nadie puede negar el interés de su vuelta.

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