Jiménez se presenta como una de las impulsoras de Zapatero

"La tarea que tenemos por delante es apasionante", escribió Trinidad Jiménez el 17 de marzo de 2000 en EL PAÍS en un artículo que sirvió para unir a un grupo de jóvenes socialistas en torno a Zapatero. Diez años después, Jiménez presentó ayer su candidatura a las primarias del Partido Socialista de Madrid (PSM) con un discurso muy similar, en el que apeló a "la ilusión y la confianza", habló de una "etapa apasionante, aunque compleja" y se reivindicó como parte importante de ese núcleo que puso en marcha el movimiento que acabó con Zapatero en La Moncloa y que se autodenominó Nueva Vía.

La ministra compareció en la sede del PSM en presencia de 22 diputados de la Comunidad de Madrid; miembros de la Ejecutiva Federal como Eduardo Madina y Pedro Zerolo; diputados y senadores como Pedro Sánchez, Rafael Simancas, Ruth Porta y Elviro Aranda, además del candidato socialista a alcalde de Madrid, Jaime Lissavetzky, que participará activamente en su campaña. Del Gobierno estaba la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, aunque otros como Alfredo Pérez Rubalcaba han expresado su apoyo en público. La responsable de internacional, Elena Valenciano, también ha apoyado a Jiménez, pero se encuentra de viaje en Cuba.

Gómez reivindica la estrecha relación del PSOE con los sindicatos

Miembros de la ejecutiva federal exhiben su apoyo a Trinidad Jiménez

Además, asistieron al acto una decena de alcaldes de la Comunidad de Madrid entre los que destacaban Pedro Castro (Getafe), Manuel Robles (Fuenlabrada) y Rafael Gómez Montoya (Leganés).

Jiménez no mencionó expresamente a Zapatero, pero desde la tercera línea del texto -que llevaba escrito- la ministra quiso dejar claro que su candidatura frente a Tomás Gómez, secretario general del PSM, es continuidad de aquel grupo que se reunió, por primera vez, en su casa, tras la debacle electoral socialista de 2000 y la renuncia de Joaquín Almunia. "Hace diez años, un pequeño grupo de compañeros decidimos poner en marcha un proyecto en el PSOE que nos permitiera recuperar la ilusión y las ganas de ganar. Un proyecto lleno de fuerza y ambición para lograr el cambio político en España". "Arriesgamos y ganamos. Y convertimos nuestro proyecto en realidad. A todos los que estamos aquí nos animan estos motivos. Estamos aquí porque queremos ganar", dijo.

Admitió, sin embargo, que su candidatura ha partido con desventaja respecto a la de Gómez y concluyó con un símil deportivo, como guiño a Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte: "Si pasamos de cuartos, ganamos la final". Es decir, que si supera las primarias estará en condiciones de ganar las autonómicas del 22 de mayo. El equipo de Jiménez tiene que recoger ahora los avales para ser proclamada oficialmente candidata e iniciar la campaña. Necesita firmas del 15% de los 17.843 afiliados.

Gómez presentará su candidatura el domingo y los detalles del acto programado definen parte de su estrategia. Lo hará en una sede de UGT, a la misma hora del acto de Rodiezmo que organiza el sindicato y al que Zapatero no acudirá este año. Gómez considera que la mayoría de los militantes de Madrid forman parte también de los sindicatos que han convocado la huelga general y están directamente afectados por los recortes sociales de Zapatero.

Mientras, las suspicacias entre los equipos de ambos ya han comenzado. El portavoz de la plataforma de apoyo a Gómez, Eusebio González, alertó de la posibilidad de que la Comisión de Ética del PSOE, que se reúne hoy, incluya en el censo a los cerca de 700 militantes suspendidos de la agrupación de Móstoles para favorecer a Jiménez, algo que consideran un "pucheazo". La agrupación fue clausurada en 2008 después de que la dirección regional detectase una filiación inflada con personas que no eran de Móstoles.