El Gobierno pide ayuda a Ashton para flexibilizar la política de la UE hacia la isla
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer apoyo a la Alta Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Catherine Ashton, para vencer la resistencia de la canciller alemana, Angela Merkel, a flexibilizar la política de la UE hacia Cuba. "El régimen cubano está dispuesto a abrir la mano, pero quiere compensaciones políticas", explicaron fuentes diplomáticas españolas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE deben decidir en octubre si mantienen la Posición Común sobre Cuba, adoptada en 1996 a iniciativa del entonces presidente español José María Aznar, o la derogan y abren negociaciones para llegar a un acuerdo bilateral con La Habana, como propone el canciller español, Miguel Ángel Moratinos.
Este último obtuvo en julio pasado en La Habana el compromiso del presidente Raúl Castro de excarcelar, en el marco del diálogo abierto por el régimen cubano con la Iglesia, a todos los presos de conciencia. Sin embargo, Alemania, junto a otros países europeos como la República Checa o Suecia, considera que esta medida no es suficiente para poner fin a una política que condiciona la normalización de relaciones con la isla a las reformas democráticas y el respeto a los derechos humanos.
La mitad de los 52 disidentes detenidos en la llamada Primavera Negra de 2003 ya han sido puestos en libertad y expulsados a España en compañía de sus familias. Se da, sin embargo, la circunstancia de que varios de ellos se han opuesto públicamente a que se derogue la Posición Común y el PP se ha ofrecido a llevarlos a Bruselas para que defiendan su mantenimiento ante las instituciones europeas. Según las fuentes consultadas, Ashton se mostró ayer receptiva ante los argumentos del Gobierno español, que considera que la línea mantenida hasta ahora se ha demostrado ineficaz y que la política de diálogo crítico, como el que practica la UE con otros regímenes autoritarios, dará mejores resultados.
Además, Ashton dio el visto bueno, según las mismas fuentes, a que España asuma la copresidencia de la Unión por el Mediterráneo (UPM), que agrupa a la UE y a los países de la ribera sur de dicho mar, tras la próxima cumbre de esta organización, que está previsto celebrar en noviembre en Barcelona. España daba por hecho que sucedería a Francia en la presidencia europea de la UPM -la otra presidencia corresponde a un país del sur, actualmente Egipto-, pero la entrada en vigor del Tratado de Lisboa sembró dudas sobre la posibilidad de lograrlo. Finalmente, Ashton parece haber entendido que la extensión y complejidad de las responsabilidades que conlleva su nuevo cargo aconsejan dejar este cometido en manos de España. El éxito no está ni mucho menos garantizado pues la cumbre de la UPM, prevista para junio pasado, ya tuvo que aplazarse una vez debido a las tensiones entre árabes e israelíes.
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