Aouate, en la cumbre

Dos cejas partidas marcan el momento más duro y la hora más dulce de la carrera de Dudu Aouate. En enero de 2008, el portero israelí, entonces en el Deportivo, recibió un puñetazo de su rival por la titularidad, el uruguayo Munúa. Le tuvieron que dar ocho puntos en la ceja izquierda. Las relaciones entre los dos eran tensas desde que Munúa se hizo un hueco en el once a mitad de temporada. Lotina acabó apartándolos de la plantilla y, al inicio de la siguiente campaña, Aouate supo que debía buscarse un nuevo equipo. Había tocado fondo.

Este domingo, cuando corría el minuto 25 contra el Madrid, Higuaín alcanzó el área balear. Aouate le salió al paso con todo y el argentino, desequilibrado, le golpeó con una rodilla en la cabeza. El impacto fue fortuito, pero el resultado vino a ser el mismo: siete puntos de sutura, esta vez en la ceja izquierda. Después de eso, lo paró todo. En el apogeo de su trayectoria, con el cráneo aparatosamente vendado, fue saludado por la afición como un héroe.

La afición celebró como si hubiera sido un gol la última gran intervención del israelí

El Madrid lo probó todo y desde todos los ángulos. Tres veces se plantó Higuaín ante Aouate y tres veces salvó los muebles el israelí, con la manopla, con el pie, en una exhibición de reflejos, anticipación y colocación. La última parada, ya en la recta final, se celebró en las gradas como un gol. El madridista le elogió luego: "Mis fallos han sido por mérito del portero. A veces podemos definir las ocasiones y a veces no. Hoy me lo ha impedido un gran arquero". A Cristiano Ronaldo también le detuvo un par de disparos lejanos y, en un mano a mano, le achicó el espacio de tal manera que el portugués acabó enviando fuera el balón.

Aouate, 51 veces internacional con Israel, aterrizó en Mallorca mediado el curso 2008-2009 como refuerzo del mercado de invierno. La portería se había quedado huérfana por una lesión de Moyà y Gregorio Manzano reclamaba urgentemente un recambio. El equipo, que estuvo varias jornadas cerca de los puestos de descenso, hizo una segunda vuelta histórica (acabó noveno) y Aouate se coronó como su nuevo estandarte defensivo. Desde entonces no ha hecho sino confirmar su autoridad en el terreno de juego y el vestuario. Hace tiempo que los 800.000 euros que costó se dieron por bien empleados.

Ayer, el portero viajó para concentrarse una vez más con su selección, con la que jugará contra Malta. Antes de coger el vuelo, destacó la trascendencia que tiene un empate frente al Madrid para un club que se encuentra en concurso de acreedores y que ha tenido que tirar de la cantera para confeccionar la plantilla.

"Se han ido grandes jugadores y hay muchas novedades, mucha gente joven. Como es lógico, había dudas en torno al grupo, pero este resultado hace que cojamos mucha confianza. Es verdad que me dieron siete puntos, pero lo importante es el punto que conseguimos para estrenar la clasificación", concluyó Aouate.