Abandoibarra se vuelve Grecia

El bailarín Igor Yebra (Bilbao, 1974) vive esta semana metido en la piel de John, el americano de Zorba, el griego, el ballet que compuso el músico Mikis Theodorakis. Ayer interpretó el papel junto al Ballet Nacional de la Ópera de Lituania en el Festival Internacional de Santander y hoy repetirá la función en Bilbao. La danza llega con Yebra al programa de Aste Nagusia. Por vez primera, un gran ballet se representará en las fiestas al aire libre y con entrada gratuita.

Zorba, el griego ocupará el escenario de Abandoibarra, junto al Guggenheim. En lugar de las dos horas de función, el ballet será reducido a 50 minutos de duración. Serán las escenas de la segunda parte de la obra, que se sucederán sin descanso, hasta llegar al sirtaki final, una de las melodías de Theodorakis más conocidas, popularizada por la versión cinematográfica de Zorba el griego que Michael Cacoyannis dirigió en 1964, con Anthony Queen y Alan Bates de protagonistas. "Es un espectáculo concebido para que el público acabe pidiendo bises", reconocía ayer Yebra a EL PAÍS, horas antes de que comenzara la representación en Santander. "La coreografía no busca pensamientos profundos, sino que los bailarines y el público se lo pasen bien, y acaben dando palmadas al ritmo de la música", añade.

Yebra afirma que siente la responsabilidad convertir el ballet en un espectáculo popular al alcance de todas las personas que participan en las fiestas. "Bailar en medio de la Aste Nagusia es una experiencia muy especial", explica. "Para mí es un orgullo y una satisfacción; para la danza es muy importante acercarse a personas que nunca han visto un espectáculo de este tipo".

El público verá Zorba, el griego de pie, en un entorno muy diferentes a las que rodean las funciones de ballet. "Hay que dar la vuelta a las circunstancias y aprovecharse de ellas", defiende Yebra. "Sin foso ni luces podemos ganar a los teatros en comunicación con el público".

A quien le sepa a poco el resumen de 50 minutos, Yebra les sugiere que acudan al Euskalduna el 3 de octubre para verle bailar le montaje al completo. Y a todo el público que acuda a Abandoibarra, que se unan a su deseo: que la primera vez que se ofrece danza en Aste Nagusia no sea la última.