"Barça y Madrid se han alejado más"

Lo primero que hizo Antonio Álvarez después de ser confirmado en el puesto de entrenador del Sevilla, justo después de ganar la Copa del Rey ante el Atlético, fue llamar a Javi Navarro para tenerlo junto a él en el cuerpo técnico. Álvarez (Marchena, Sevilla; 1955) y Navarro (Valencia; 1974), dos de los mejores centrales de la historia del Sevilla, son ahora los encargados de enderezar un nuevo proyecto que ha nacido con un batacazo sonoro. La eliminación en la fase previa de la Liga de Campeones ante el Braga ha mandado al equipo a la Liga Europa, ha dejado las arcas sin un buen pellizco de ingresos -según el presidente, Del Nido, el equipo dejará de ganar al menos 20 millones- y ha sacudido el puesto de Álvarez a las primeras de cambio. El cuerpo técnico sigue en pie al inicio de la Liga, pero Nervión mirará con lupa cada fallo y la sombra de una destitución acecha cuando aún no ha arrancado el torneo.

Antonio Álvarez, 13 temporadas en el Sevilla, 296 partidos en la máxima categoría, y Javi Navarro, seis temporadas en el club andaluz, 169 partidos en Primera, el capitán que ha levantado cinco copas, empezaron a conocerse bien cuando Antonio era el segundo de Juande Ramos y Javi asombraba en el terreno de juego por su liderazgo y contundencia. "Hablábamos mucho en aquella época. Nos fuimos conociendo. Es un hombre importante para mí y lo quería en este nuevo proyecto, a mi lado", señala Álvarez sobre su ayudante, que también se ganó la vida como él, como defensa central. "No teníamos nada que ver como futbolistas. Yo era más de toque, más de salir al cruce. Jugaba de líbero, algo que ya no se lleva", apostilla el entrenador del Sevilla.

"Sí, la verdad es que yo de toque no era mucho, pero en el fútbol tiene que haber de todo. Creo que el mejor defensa surgiría de una combinación de su juego con el mío", intercede Javi Navarro. "Antonio era un hombre de toque, de sacar la pelota jugada. Pero también es importante en un jugador su capacidad para hablar en el campo, su liderazgo, la agresividad bien entendida", resalta Navarro, aludiendo a unas cualidades con las que triunfó en el Sevilla.

"Han cambiado mucho las cosas. Yo ganaba el dinero por las primas, por partido jugado, y no me perdía ninguno aunque me estuviera muriendo de dolor. Te pinchaban, y a jugar", indica Álvarez en torno a un fútbol que ha cambiado bastante desde que comenzó a ser profesional. Eso sí, el preparador sevillista se retiró con 40 años, en el Granada.

Ahora, lo que les une a ambos, junto a Luis García Tevenet, segundo entrenador, es dirigir con buena mano a un Sevilla instalado en la grandeza desde 2005. El conjunto ha mantenido a sus figuras, con Luis Fabiano a la cabeza, pero quedarse fuera de la Champions ha sido un golpe muy duro.

"Yo lo que quiero es un equipo que juegue muy bien al fútbol, que saque el balón jugado de atrás, que tenga un estilo, pero que también sea equilibrado a la hora de defender". Palabras de Álvarez para defender un grupo que ha visto cómo perdía a dos jugadores importantes, Adriano y Squillaci. Lo del francés fue un dolor de muelas para el técnico después de que se negara a jugar ante el Braga. "Es un tema pasado. Si alguien no quiere estar conmigo, lo mejor es que se vaya", indica el técnico del Sevilla, quien a pesar de que al equipo no han llegado jugadores de envergadura, tiene claro dónde debe estar el Sevilla al final de la competición.

"El Sevilla ha venido creciendo en los últimos años y el objetivo es volver a quedar entre los cuatro primeros de la Liga", señala, resignado a ver de lejos a los dos grandes. "Al Barcelona ya lo sufrimos en la Supercopa. No hubo nada que hacer, nos pasó por encima. El Madrid, con nuevo entrenador, ambicioso, irá a por todas y se ha reforzado bien. Estamos por debajo porque las distancias se han alargado, pero nuestro deber es acercarnos a ellos".

Javi Navarro asiente, aunque considera que es demasiado pronto para calibrar las aspiraciones del Sevilla. "Yo soy partidario de ir paso a paso, con tranquilidad. Es cierto que Barcelona y Madrid se han distanciado, pero queda mucho por delante. Sí tengo claro que el objetivo del Sevilla es pelear por los cuatro primeros puestos", advierte.

Mientras Antonio Álvarez marca la pauta general del trabajo en la ciudad deportiva, Navarro tiene muchas veces que hacer trabajo de campo con futbolistas con los que hace solo un año compartía vestuario. "A Javi le dejo muchas veces con los jugadores. Se entiende bien con ellos", afirma Álvarez. El capitán de las cinco copas despacha todos los días con gente como Palop, Escudé, Luis Fabiano, Navas y Kanouté, la base de aquel equipo campeón y, también, la del actual. "Hombre, todavía estoy en un periodo de adaptación. Como hace poco tiempo que estaba con ellos, lo primero que intento es no ser muy pesado", apunta Navarro, quien sí reconoce que, a veces, el futbolista no tiene en cuenta ciertos detalles que pueden ser muy importantes para él y el propio equipo en el desarrollo del juego.

"Les recuerdo alguna cosa puntual, intento ayudar. Con Palop, Luis Fabiano o Kanouté siempre existió un gran respeto mutuo. A cada uno le intento llegar de una manera, pero sin ser pesado, que quede claro", reitera. "Creo que Antonio desea que el Sevilla juegue como él lo hacía y en eso trabajamos todos. Yo, con más atención en la parcela defensiva", subraya mientras espera la aprobación de su jefe.

La Copa del año pasado abrió la continuidad para Álvarez y la llegada de Navarro. Ahora, fuera de la Champions, ambos deben rearmarse en la Liga.