Sin escuelas de música no hay bandas

Enfado, impotencia y decepción. Juan Carlos García, presidente comarcal de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV) en La Canal de Navarrés (Valencia), transmite todos estos sentimientos mientras habla de la sociedad musical de Quesa, que presidía antes de aceptar el puesto de presidente comarcal. La banda ya existía cuando él era niño y allí creció entre instrumentos y música. Hoy, se lamenta porque la escuela, que formaron hace apenas tres años, desaparecerá debido a los recortes que el Consell aplicó a las escuelas musicales, un 55% menos que el año pasado.

Juan Carlos García pide perdón por sus maneras, pero siente que no puede hacer nada para salvar su escuela, que es el "futuro de la banda". También lamenta que el Consell "les dé la espalda" y demuestre "la poca importancia que tiene la música para ellos", ya que rechazó la petición de 15,7 millones de euros que le hizo la FSMCV, "minucias para la Generalitat", sentencia García mientras recuerda el gasto que el gobierno valenciano ha desembolsado en otros eventos.

Los centros, abocados a un modelo altruista para no perder la tradición musical

Según el presidente comarcal de La Canal de Navarrés, las bandas no durarán más de 8 años si las escuelas desaparecen, ya que "son los alumnos los que la renuevan cada año". Además, la subvención este año para la Unión Musical de Quesa ha sido irrisoria, 3.500 euros para la educación de 22 alumnos y el sueldo de 6 profesores, que serán despedidos mientras la escuela dejará de funcionar como tal, aunque, según García, no se dejará de impartir clase de "una manera altruista" para no perder la tradición, que es mucho más fuerte que cualquier recorte.

La subida de la cuota "ni siquiera se contempla" dice el antiguo presidente de la Unión Musical de Quesa, ya que este es uno de los casos en los que para salvar a la escuela de la desaparición se debería subir, "sin exagerar", en un 250% , ya que viven prácticamente de las ayudas. Asímismo, dice Juan Carlos García, que la escuela de Navarrés también se encuentra en una situación similar y clama "un trato justo" para las bandas y escuelas de música más pequeñas, condenadas a desaparecer si el Consell no se hace cargo, una responsabilidad, según García, que deben cubrir al tratarse de una actividad cultural de carácter público.

Aún así, no todas las escuelas de música cerrarán pero sí que cambiará el concepto de centro educativo profesional por otro más de andar por casa que funcione, como en Quesa, gracias al altruismo de los profesores, señala el presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana, Josep Almería.

Este cambio de modelo perjudicará sobre todo a los cerca de 2.100 profesores (un 70%) que perderán su puesto de trabajo, según las estimaciones de la Federación, ante la imposibilidad de asumir el pago de sus sueldos.

En Alicante, la escuela de música de la Filarmónica de Callosa del Segura, mantendrá a sus 14 profesores pero reducirá las horas de clase que imparte cada uno para rebajar costes; la escuela de Cox tendrá que despedir al menos a cuatro de sus 18 maestros, mientras que el centro de enseñanza de La Vila Joiosa resistirá gracias a la subvención municipal.

Pese a la amenaza de cierre, los presidentes de las sociedades prefieren estudiar todas las fórmulas posibles para mantener las escuelas -incremento en el precio de las actuaciones de las bandas, leve subida de las cuotas de los socios, subvenciones del Ayuntamiento...- y agotar hasta el último cartucho; en este caso la reunión que la Federación mantendrá con el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, el 31 de agosto. Castellano es el cuarto interlocutor del Consell que trata de apaciguar los ánimos de las bandas en lo que va de año después de los fracasos de la consejera de Cultura, Trinidad Miró o del portavoz del grupo parlamentario popular, Rafael Blasco.

Los presidentes de las sociedades coinciden en considerar las escuelas como una garantía de futuro, su seguro de continuidad que nutre no sólo al más de medio centenar de agrupaciones musicales, sino también a las grandes orquestas. "Las bandas son el gran evento de la Comunidad Valenciana", asegura el presidente de la sociedad La Armónica de Cox, Manuel Sánchez, que reivindica el papel de las escuelas no sólo como lugar de enseñanza y aprendizaje sino también como espacio para que los niños hagan cosas en común y adquieran responsabilidades.