Urkullu reclama de nuevo "un gesto" a los imputados de su partido en Álava

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, espera "un gesto" por parte de los imputados de su partido en los supuestos casos de espionaje y corrupción de Álava, a los que ha pedido que entregue sus carnés. El líder peneuvista reiteró ayer en una entrevista en Radio Euskadi que los implicados deben ser conscientes de que su partido está siendo sometido a un "ejercicio público de linchamiento" mediante la "utilización pública de su imputación", que "puede estar dañando innecesariamente" a la formación.

En cualquier caso, Urkullu matizó que el PNV "no está enjuiciando a nadie", sino queriendo preservar su "buena imagen". A renglón seguido, reconoció que "está costando más de lo previsto" elegir a su candidato a la alcaldía de Vitoria en las elecciones municipales de 2011.

Por otra parte, Urkullu consideró que los intentos de "marcar el terreno" a las negociaciones entre el PSOE y su formación sobre los Presupuestos Generales del Estado por parte de los socialistas vascos y del PP, "esconde la debilidad del propio PSE". Añadió que su formación no admitirá "mercancía averiada" en la próxima transferencia de políticas de empleo.

El presidente peneuvista recalcó que su partido aún no ha mantenido "ningún contacto" ni con José Luis Rodríguez Zapatero ni entre las delegaciones de los dos partidos para abordar la negociación de los Presupuestos Generales. En cualquier caso, insistió en que el presidente del Gobierno central y el PSOE "ya saben cuál es el planteamiento del PNV" en este campo si quiere a su formación como socio en esta materia.

Presupuestos generales

Urkullu cuestionó si "el futuro" de Rodríguez Zapatero "está tanto en las manos de PNV", ya que los socialistas pueden "hacer una apuesta por otros grupos parlamentarios" para aprobar las cuentas de 2011. Precisó que el respeto a la lista más votada en las elecciones del año entrante no figura entre las bases propuestas por su partido para la negociación de las cuentas estatales, reiteró que el "marco de reflexión" que ha planteado aborda la situación económica y la "falta de credibilidad" del Gobierno central para gestionarla, así como la necesidad de contar con un mayor autogobierno para afrontar la crisis.

El líder peneuvista dijo no entender las críticas a las demandas de su partido a Rodríguez Zapatero y, en este sentido, afirmó que asiste a las declaraciones del PSE y del PP vasco con "perplejidad", porque son "un absurdo absoluto", salvo que se entienda que "hay una incomodidad manifiesta" en relación al pacto que mantienen en Euskadi.