El 'baby boom' del verano

Parece que se hubieran puesto de acuerdo. Durante este mes, los nacimientos de hijos de famosos han llenado páginas e invadido titulares. La última en nacer ha sido Carla, la primogénita del tenista Carlos Moyà y su novia, la actriz Carolina Cerezuela, que llegó al mundo ayer a las 9.20 en la Clínica Palmaplanas, en Palma de Mallorca, tal como habían anunciado sus padres. "Queremos que sea mallorquina", dijo Cerezuela en una entrevista hace unos meses. Como su padre. La pequeña pesó 2,860 kilos, nació mediante cesárea y lo más seguro es que sea presentada a la prensa en los próximos días. Tal como los otros recién nacidos este verano.

Paz Vega y Orson Salazar tuvieron a su tercer hijo el pasado 13 de agosto en Madrid, el mismo día que Julieta Venegas se estrenaba como madre, solo que al otro lado del Atlántico, en Ciudad de México. La hija de la cantante nació mediante parto natural, mientras que Lenon, el pequeño de los Salazar Vega, fue por cesárea, por lo que la salida de la clínica se demoró un poco más de lo normal. Ayer, cinco días después de nacer, salió hacia casa en brazos de su madre, para unirse a sus hermanos Orson y Ava, de tres y un año. La actriz, que abandonó la clínica Ruber Internacional con la débil sonrisa de las madres recientes, se declaró "feliz" y pidió a la prensa que no le preguntaran sobre trabajo. Aseguró que se quedará en España un par de meses para recuperarse.

Una semana antes, el 5 de agosto, nació Eric Thyssen, el segundo hijo de Borja y Blanca Cuesta, en Barcelona. Y, a pesar de que los padres habían asegurado que no venderían la exclusiva, ayer la revista ¡Hola! adornaba su portada con la esperada foto del pequeño. En sus páginas interiores, la publicación ilustra una maternal entrevista de Chelo García Cortés con 15 páginas de imágenes de toda la familia Thyssen Costa, hermano Sacha y habitaciones de los pequeños incluidos. Pero entre las declaraciones de amor de la pareja se echa de menos alguna alusión a la abuela baronesa, a quien no se le dedica ni una sola palabra.