La dimisión de una edil ahonda la crisis política en Estepona

De la oposición al equipo de gobierno y de vuelta a la oposición en un año y siete meses. La edil de Hacienda y Seguridad Ciudadana de Estepona (Málaga), Francisca Bernal, dimitió ayer de sus cargos y ahondó la soledad política del alcalde socialista David Valadez, que apenas cuenta con el apoyo de 11 de los 25 concejales de la corporación. Bernal, elegida en las filas del movimiento posgilista Partido Estepona (PES) y que accedió al cargo en enero de 2009, afirmó ayer que abandona las responsabilidades de gobierno por motivos de salud y siguiendo los consejos de su familia. Sin embargo, mantendrá el acta de concejal, donde percibirá 2.177 euros mensuales hasta las elecciones de mayo de 2011.

Bernal desligó su renuncia de la decisión de Valadez de recurrir a fondos procedentes de convenios urbanísticos para abonar las nóminas de los 1.300 empleados municipales en los próximos meses. Esta medida, avalada por el tesorero municipal pero rechazada por el interventor, es contraria a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía y ha sido denunciada por una plataforma vecinal.

La oposición municipal, una amalgama de ediles del PP, no adscritos y concejales ex socialistas y posgilistas imputados en el caso Astapa de corrupción, lleva desde julio de 2008 haciendo prácticamente ingobernable la ciudad, con zancadillas constantes a cualquier fórmula adoptada por Valadez para lograr ingresos. "El PP quiere llevar al Ayuntamiento a la bancarrota, es una estrategia demencial para un partido que alberga una opción de gobernar", afirmó Valadez. En el próximo pleno ordinario se votarán, y probablemente prosperen, mociones de la oposición para eliminar las tasas de alcantarillado, basura y licencias de apertura y para reducir el Impuesto de Bienes Inmuebles al mínimo legal.