Desunión soberanista ante el Canigó
El independentismo exhibe su división en la Universitat Catalana d'Estiu en Prada
Justo en el momento en que goza de más fuerza, el impulso del independentismo en Cataluña se ve roto por la imposibilidad de que sus actores se presenten unidos a las autonómicas de otoño. Ayer, representantes de movimientos extraparlamentarios con aspiraciones en estos comicios demostraron que la unidad queda lejos. El escenario no podía ser más simbólico para los catalanistas: en Prada del Conflent (Francia), en la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), a los pies del Canigó.
Pero ni los aires de la cima pirenaica inspiraron a Solidaritat Catalana per la Independència, Reagrupament y la coalición Suma Independència para exhibir un brío de unidad. Solo hubo unanimidad en diagnosticar que el problema de Cataluña es España. Más allá de eso, nada, como es habitual en las últimas semanas, cuando los máximos dirigentes de las formaciones (especialmente entre Joan Laporta, líder de Solidaritat Catalana, y Joan Carretero, de Reagrupament) han intentado, sin éxito, conformar una candidatura unida que plante cara a Esquerra Republicana.
"Carretero es una persona con la que no se puede hablar", afirma López Tena
La UCE trataba de analizar la situación del independentismo a pocas semanas de que se cumpla un año de la consulta soberanista que se celebró en Arenys de Munt (Maresme). Se citaron las consultas celebradas para destacar el cambio que ha vivido el independentismo y su crecimiento, aunque en la mente de todos estaban las posibilidades del independentismo en las autonómicas. "El movimiento ha puesto el soberanismo en la agenda política", analizó la escritora Patricia Gabancho, quien se mostró muy dura con las nuevas plataformas por ser incapaces, dijo, de presentar una propuesta conjunta, algo que achacó a los fuertes personalismos de Carretero y Laporta: "La independencia no es de nadie, no tiene alma. Nadie se la puede apropiar. No nos estamos peleando por el programa, sino por quién se presenta. Lo encuentro indigno, de gente que no quiere hablar en nombre del país", apostilló. En la misma línea se movió Josep Maria Ximenis, procedente de las Candidatures d'Unitat Popular (CUP) de Arenys de Munt y ahora integrado en la coalición SÍ: "La unidad es complicada. Hay exceso de personalismos, protagonismos, e incluso de vedetismos", valoró Ximenis, pesimista con lograr una lista unitaria.
La candidatura unitaria está, sobre todo, en manos de Laporta y Carretero, ayer representados por Alfons López Tena y Uriel Bertran (Solidaritat Catalana) y Carles Móra (alcalde de Arenys de Munt integrado en Reagrupament). Móra se mostró abierto a buscar la unidad: "Si no somos capaces de montar una lista unitaria, no tendremos perdón en el destino de nuestro país", dijo, e incluso aplaudió las propuestas de Solidaritat Catalana. Estos se mostraron inflexibles: quieren celebrar primarias para escoger las listas, y ofrecen a Reagrupament una asamblea conjunta el día 4 en la que los asociados de ambos movimientos voten las listas.
Ayer aún se mantenía la división, con un clima enrarecido por la negativa de Carretero a entrevistarse mañana con Laporta al alegar que tenía trabajo y debía pasar consulta en el ambulatorio. "Nosotros no pasamos consulta. Es difícil llegar a un acuerdo con una persona con la que no se puede hablar", dijo López Tena, ex miembro del consejo nacional de Convergència cuyos pasos ha seguido la convergente Laia Escarrà. Solidaritat Catalana hizo un comunicado por la tarde en el que recordó que para presentarse a candidato de la formación es necesario haber pagado los 20 euros de la afiliación. Por las palabras de López Tena, parece claro que si Carretero no pacta con Laporta no será por ese dinero.
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