Empanada de castañas
Piscinas termales a dos pasos del centro, artesanía con mucho estilo, lacón con grelos y chorizo, y ribeiro servido en 'cuncas' blancas. Buena gastronomía en un Ourense para todas las edades
Nada queda de aquel oro que supuestamente encontraron los romanos a orillas del Miño y que dio nombre a "la ciudad del oro y el agua", Aquae Aurente. A cambio, Ourense nos ofrece un paraíso termal gratis y una ruta de tapas para perder el sentido.
9.00 Pan con denominación de origen
Galicia conquista por el estómago con cosas sencillas. Junto al mercado de abastos - A se instalan varios puestos al aire libre con productos de la tierra: frutas, quesos, panes y, cómo no, empanadas. A vista de pájaro es un conglomerado de toldos a distintas alturas para salvar el desnivel del terreno. Ya inmersos en el trajín de la actividad diaria, nada como hacernos con un queso de tetilla, pan de pasas y nueces y pan de Cea, el único con denominación de origen. Pesa algo más de un kilo, se amasa artesanalmente en la villa de Cea y es difícil de encontrar lejos de la región. Puestos a adorar el dulce, visita obligada a la confitería Fina Rei - B (Rúa da Paz, 20), especializada en amendoados de Allariz (almendra recubierta de azúcar con forma de coral blanco) y toda suerte de bombones.
Si tal atracón de dulce nos pesa en la conciencia, siempre podemos compensarlo con un poco de ejercicio con las bicicletas que se prestan de forma gratuita dentro del programa Ourense Roda Limpo (www.bicis.ourense.es). Uno de los puntos de entrega y recogida está en los Xardins do Bispo Cesáreo (3). Desde allí pedaleamos hasta los Jardines del Posío (4), un antiguo jardín botánico convertido en parque público.
11.00 En remojo a 64 grados
En los Xardins das Burgas siempre hay alguien con una botella que llenar con sus aguas mineromedicinales que brotan a 67 grados. Según la leyenda, proceden de un volcán escondido en las entrañas de la tierra, aunque en realidad no son más que aguas de lluvia filtradas a través de fallas y que descienden hasta encontrar en las profundidades un foco térmico que las calienta. Para darnos un completo baño termal no hay ni que coger el coche. Nuestro destino es A Chavasqueira - F, nada más cruzar el Miño. Podemos salvar los tres kilómetros que nos separan con una agradable caminata por el paseo fluvial de la Ribeira Sacra y cruzar por el Puente del Milenio - G. Inaugurado en 2001, es la postal de la Ourense contemporánea. Cuenta con una pasarela peatonal a 22 metros de altura que sirve como mirador.
Otra opción es el Tren de las Termas, que sale de la plaza Mayor (0,75 euros por trayecto). Parece un trenecito turístico, pero en realidad es una línea más de transporte urbano (la L19) con salidas cada hora. Una vez allí hay dos opciones: las pozas públicas y gratuitas con agua a 41 grados en un entorno ajardinado o las termas privadas de inspiración japonesa (3,80 euros; www.termaschavasqueira.com). Si se quiere seguir en remojo, podemos acercarnos hasta el Muiño das Veigas y Outariz - H. Aquí el agua mana a 64 grados y de nuevo hay zona de pago (4,95 euros; www.termasoutariz.com) y piscinas de libre acceso. Si no, regresamos por el margen derecho del río por la zona de O Riberiño hasta dar con el Ponte Vella - I, de origen romano.
13.00 Parada en El Couto
El boca a boca nos sugiere alejarnos un poco del centro para probar las empanadas de El Couto - J (avenida de Portugal, 1). De carne y de bonito, pero también de setas y langostinos, de xoubas (sardinas pequeñas), de pulpo y, en otoño, hasta de castañas. Los precios oscilan entre 10 y 23 euros (la de vieiras). Si hay coche, nos sugieren acercarnos al restaurante A Rexidora, a las afueras de Ourense, en Bentraces (carretera OU-540, kilómetro 7,3). Allí el chef Javier González saca lustre a su estrella Michelin con sabor 100% gallego. Nos sugiere carne o caldeiro con repollo y garbanzos y las nabizas con huevo de corral y gambas. Hay menús para todos los bolsillos: de 35 a 90 euros. Si preferimos comida casera, lo mejor es buscar mesa en El Catador - K (Fornos, 6) y pedir platos de pulpo, merluza o una sencilla chuleta con patatas. Como colofón, un licor de café de la tierra. Ahora que si el presupuesto no es problema, el gourmet señala el restaurante Sanmiguel - L (San Miguel, 12-14), donde lo suyo es saborear un plato de lacón con grelos y chorizos o un atracón de marisco.
17.00 Figuritas de vinilo
Algunas guías señalan la peatonal Rúa do Paseo para ir de compras. Ni caso: lo genuino de Ourense es la Ruta de los Artesanos, distribuida por la calle de Colón - M y aledañas. Se trata de pequeños comercios con objetos elaborados con técnicas de toda la vida como las marionetas de madera en A Bufarda (Colón, 9), la bisutería en plata de A Picota (Colón, 27) o ingenios mecánicos de antaño en O Pequeño Trasno (Colón, 22; www.opequenotrasno.com). En el polo opuesto, Drum Balo! - (plaza Mayor, 10; www.drumbalo.com), una concept store con incontables chucherías de diseño -desde libros hasta figuritas de vinilo- nos devuelve al siglo XXI. A pocos metros, frente a la catedral, Planeta Perverso - (Praza das Damas, 2), con camisetas de los jóvenes creadores gallegos más irreverentes. Por cierto, si Liverpool tiene a sus Beatles, Ourense saca pecho con Os Suaves, tanto que hasta tienen su propia plaza (14) en el casco antiguo. En la placa, como debe ser, el gato que es insignia de la banda.
20.00 ¡Una de 'cachucha' prensada!
Al caer la tarde, la tradición manda irse de vinos por los aledaños de la Praza do Ferro - O. Para ser exactos, los vinos se acompañan con tapas que acaban convirtiéndose en una cena informal en toda regla. La oferta es variada, pero mejor arrancar en el bar Orellas (Rúa da Paz, 6), no solo porque es toda una institución, sino porque avanzada la noche ya no cabe un alfiler. Como reza su nombre, su especialidad son las tapas de orella (oreja), pero también la cachucha prensada (cabeza de cerdo) porque, como nos comentan sus dueños Manolo y Paco, "do cerdo aproveitase todo". Las raciones cuestan entre cuatro y cinco euros. Todo regado con ribeiro de cosecha servido en cuncas blancas, especie de tazones sin asa típicos para beber este vino. Inaugurado el festín, podemos continuar con unos huevos rotos en A Porta Da Aira (16) (Fornos, 2), los calamares del Dos Puertas (Fornos, 9) y el queso de O Frade - Q (Viriato, 13).
22.00 Jazz con wifi
La noche empieza suave. En la Rúa Coronel Ceano (18) nos encontramos dos cafés tranquilos: el café Real (en el 1) y el café Latino (en el 7; www.cafelatino.es; 988 22 67 21). Este último lleva casi 25 años programando conciertos de jazz, dispone de wifi y es normal toparse con bohemios y periodistas chequeando e-mails o escribiendo alguna crónica. Pasada la medianoche, la fiesta se traslada a la zona de pubs en los alrededores de la Praza Mercedes - S, como la discoteca Vánitas (Arturo Pérez Serantes, 1-3; www.discotecavanitas.com).
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