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Crónica:Ida de la Supercopa española
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un trofeo en mala hora

El Barcelona viaja sin los ocho campeones del Mundial y el Sevilla mira de reojo a la 'Champions'

Jordi Quixano

La Supercopa ha perdido el prefijo y de súper tiene bien poco. La Federación española, reticente a recular, descartó tanto cambiar las fechas del torneo como reducirlo a partido único. Petición del Sevilla secundada por el Barça, campeón copero y liguero respectivamente. Para rematar, se fijó a 72 horas del duelo un amistoso en México de la selección española, convocados casi todos los internacionales -menos Iniesta- del equipo azulgrana y Navas del Sevilla. Se abre el telón en el Pizjuán, una competición descafeinada, al menos desde las alineaciones.

Entiende Guardiola que los ocho campeones azulgrana del Mundial -Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro y Villa-, tumbados a la bartola desde hace un mes con merecimiento, no han llegado a la competición con el tono físico correcto, sobre todo porque suman tres entrenamientos con el equipo. Ninguno viaja a Sevilla. "No estoy preocupado. Sabemos lo que hubiera sido lo ideal, pero lo que no puede ser no puede ser", zanjó Guardiola. Oportunidad de oro para los jóvenes y de platino para el Sevilla, que sí contará con los mejores -aunque Navas y Kanouté apuntan al banquillo al tiempo que Luis Fabiano piensa más en el exilio-, pero que afronta el duelo con la mirada puesta en la previa de la Champions, ante el Sporting de Braga y en tan solo cuatro días. Se mide el toque contra el empuje. Por más que el Barça tire de la cantera, se despliega desde el balón, con la asociación y la presión avanzada por bandera, inflexible en el mimo a la pelota y el juego colectivo. El Sevilla, más directo, se activa con los balones largos y desde los extremos punzantes.

El equipo andaluz, escaso de fútbol en lo que va de su estirada pretemporada -arrancó el ocho de julio para alcanzar la Champions-, le resulta incómodo al Barça, que perdió de forma contundente (0-3) la Supercopa europea de hace cuatro años en Mónaco, y que cayó el año anterior en la Copa, después de que Guardiola alineara a los suplentes en la ida. Al Pizjuán van 10 jugadores del primer equipo. "El mejor equipo posible", aclara el técnico.

9 del filial en la convocatoria

Pep Guardiola, descartó de la lista para la Supercopa a todos los mundialistas españoles y dio cabida a nueve jugadores del filial -Miño, Oier, Sergi Gómez, Muniesa, Oriol Romeu, Sergi Roberto, Thiago, Jonathan Dos Santos y Nolito- que han completado la pretemporada tanto en la ciudad deportiva como en Noruega y en la gira asiática. "Son los mejores", señaló con firmeza Guardiola; "hoy por hoy, tengo más confianza en estos jugadores que en los mundialistas. Dentro de 15 días será diferente. Pero hoy, este es el mejor equipo posible".

Los múltiples descartes de Guardiola condicionarán en exceso la alineación, más allá de la baja obligada del lesionado Pinto y la supuesta titularidad de Miño. Dice el reglamento de la Supercopa que, al menos, siete jugadores del primer equipo deben estar en todo momento sobre el césped. Eso significa, en cualquier caso, que alguno de los 10 futbolistas del primer equipo se quedará en el banquillo por si, por ejemplo, se produce una lesión o una expulsión. El que jugará de inicio con casi toda probabilidad es Messi.

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