Una España de mecha corta
Xavi y Silva salvan a la desentrenada selección de Del Bosque e igualan en el último resuello a un México más veloz
La estrella de España por poco se apaga a las primeras de cambio. Insulsa y desentonada por la falta de rodaje, porque recién arrancó la pretemporada, la selección de Del Bosque firmó las tablas ante el empuje y la endiablada velocidad de México, que a punto estuvo de celebrar su fiesta por todo lo alto. Solo un remate postrero de Silva a pase de Xavi evitó la derrota y que se doblara España, cumplidora con el contrato federativo, pero ahogada sobre el césped, sin recursos porque se le atrancaron las piernas y se le fundió el cerebro.
Convencida por sus argumentos y laureles, España entiende que el estilo de juego es innegociable. Ataca en largo y juega en corto. Comprende el pase como una virtud y el remate como una consecuencia del juego colectivo. No renunció a sus constantes en el embriagador y palpitante estadio Azteca, pero afrontó el duelo en reserva, con la gasolina bien justita. Calor, humedad y altitud. Ahogo. Demasiados inconvenientes para manejar el duelo, para presionar la salida del rival y domar la voracidad de la tricolor, tan entusiasmada con el duelo que no fueron pocos los aficionados que, enamorados del fútbol español, optaron por acudir al estadio antes que a las concentraciones de los hinchas del Chivas, que disputaba horas después la final de la Copa Libertadores ante el Internacional de Porto Alegre. Pero España era un equipo de mecha corta.
MÉXICO 1 - ESPAÑA 1
México: Ochoa (Corona, m. 56); Juárez, Rodríguez, Moreno, Salcido; Torrado, Márquez (Aguilar, m. 57), Guardado (Pinto, m. 70); Vela (Esqueda, m. 57), Giovanni (Elías, m. 67) y Chicharito Hernández (Barrera, min. 46). No utilizados: López.
España: Casillas (Valdés, min. 46); Arbeloa, Puyol (Ramos, min. 46), Marchena (Piqué, m. 65), Monreal; Busquets (Xavi, m. 62), Bruno (Pedro, m. 72); Cazorla, Cesc (Xabi Alonso, min. 46), Mata (Navas, min. 46); y Llorente (Silva, min. 46). No utilizados: Capdevilla y Villa.
Goles: 1-0. Min. 12. Chicharito Hernández. 1-1. Min. 92. Silva.
Árbitro: R. Moreno (PAN). Amonestó a Márquez, Cesc y Puyol.
Unos 90.000 espectadores en el estadio Azteca. Amistoso conmemorativo del Bicentenario de la Independencia de México. El capitán español, Casillas, ofreció la Copa del Mundo al público antes de comenzar el partido.
'Chicharito', predestinado con el gol, no falló ante Casillas
Busquets no extendió sus tentáculos, Cesc no acertó en el pase y a Mata no se le vio
Condescendiente a su manera, Del Bosque tenía pensado dar un máximo de 15 minutos de juego a los internacionales del Barça, inactivos desde que se coronaran en el Mundial. Pero Puyol y Busquets, que aseguraron no haberse tocado la barriga durante el verano, le reclamaron su cuota de protagonismo. Luego aparecieron los demás, menos Villa, exigidos por el resultado. No chirriaron porque el resto de España está desentrenada, porque los rivales corrían que se las pelaban, entonados por su competición. Para México solo había una vía de juego. Su técnico, Meza, lo tenía claro: aguardar en campo propio, robar en la medular y conectar de forma escopetada con las líneas avanzadas. Poco toque y mucha verticalidad. Aunque a buen ritmo, lo que incomodaba sobremanera a España. Así, Chicharito perdió el balón al tiempo que se tiró a la lona. El rebote cayó en Torrado, que lanzó un pase interior a Vela, en fuera de juego, pero avispado porque salió de la zona y permitió al ya incorporado Chicharito afrontar a Casillas, toda vez que Arbeloa y Puyol se perdieron en el marcaje. El delantero del Manchester United, predestinado con el gol, no falló. Un toque raso y a la red. Un golpe de realidad. España, descascarillada en lo físico, se funde sin el balón.
Por más que tejió desde atrás y no prestó el cuero hasta la medular, España se perdió en el pase y la resolución. Se le presuponía un tono competitivo notable porque resulta excelente en el juego posicional. Pero eso sirve en el aspecto ofensivo, con la pelota anudada a los pies. No carbura, en cualquier caso, cuando hay que presionar en terreno ajeno, cuando se debe mezclar en la zona de los tres cuartos o resolver en los metros finales. Faltó ritmo, escasearon las piernas y, por consiguiente, siempre se llegó tarde. Tampoco espolearon el duelo las tres novedades de Del Bosque. Monreal corrió, pero lo hizo sin la pelota. Bruno regaló demasiados balones. Y sí que se rebeló un ápice Cazorla, inquieto y vertical, que lanzó un zambombazo con la zurda desde 30 metros que el larguero escupió.
Los puñales de Giovani dos Santos y Vela por los flancos, el juego de entrelíneas de Chicharito y las llegadas de Guardado fueron demasiado castigo. Un ferrari contra un seiscientos. Busquets no extendió sus tentáculos, Cesc no acertó a dar un pase a derechas, a Mata no se le vio y Llorente ni olió el balón. Ni siquiera la lluvia y el viento que acompañaron al segundo acto, refrescaron al equipo, que obtuvo idénticos resultados con Silva, Navas, Xabi Alonso y Sergio Ramos. Tocaba España en la zona ancha, pero no filtraba pases al área adversa, donde no había siquiera delantero centro, reservado Villa. Todo varió cuando Xavi se sumó al encuentro porque, por instantes, se retomó el toque de primeras, la circulación fluida y el cerco al marco contrario. Lanzó Pedro y probó fortuna Silva. Y, a la que Xavi leyó el desmarque de Silva, el gol entró. Nunca es tarde si Xavi juega.
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