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Alicante pone en los parques cámaras contra el vandalismo

Bandas de gamberros coaccionan a los usuarios de determinas instalaciones

Papeleras en el suelo, bancos rotos, basura y desperfectos en el mobiliario urbano es el escenario con el que amanecen cada lunes algunos jardines y espacios públicos de Alicante. Estos actos incívicos y vandálicos cuestan al Ayuntamiento cada año más de 300.000 euros. "El deterioro de los espacios públicos es notable", admitió ayer el concejal del área de Atención Urbana, Andrés Llorens.

Ante este panorama, el Ayuntamiento ha puesto en marcha, tras los correspondientes permisos de la Subdelegación del Gobierno, un plan para instalar alrededor de 50 cámaras de videovigilancia en los jardines y espacios públicos más concurridos y en los que se registran este tipo de desperfectos. El presupuesto inicial es de 40.000 euros. "El objetivo es inhibir a los vándalos, abortar sus acciones y en todo caso identificar a los autores de estas tropelías", dijo el edil del PP. Las primeras cámaras ya están instaladas en el parque de La Ereta y en la ladera del castillo de Santa Bárbara. En los próximos meses, a medida que lleguen las correspondientes autorizaciones de la Subdelegación del Gobierno, se instalarán cámaras en los parques de Lo Morant, El Palmeral y Monte Tossal. Por el momento, el Ayuntamiento descarta instalar cámaras en la playa de San Juan o en el campo de golf, donde en verano también sufren estos problemas. "Empezamos en zonas acotadas y jardines públicos. En estas áreas más abiertas y concurridas es más difícil conseguir permisos", admitió el concejal, ya que la instalación de estas cámaras podría afectar al derecho de la intimidad de algunos vecinos de estas zonas.

Las cámaras serán vigiladas por agentes de seguridad privados que "en coordinación y contacto" con la Policía Local intervendrán en caso de necesidad. "Preservaremos el derecho a la intimidad de las personas", auguró el edil.

Andrés Llorens también informó de que la Policía Local ha recibido varias denuncias de personas "víctimas de coacciones y amenazas" por parte de grupos de gamberros o bandas callejeras que intentan controlar el uso y acceso a determinadas instalaciones deportivas o lúdicas instaladas en los jardines públicos. "El Ayuntamiento ni puede, ni va a tolerar este tipo de acciones", advirtió el concejal, que aseguró que algunos de los autores de estas amenazas ya han sido identificados y sancionados. No obstante, el edil no supo cuantificar el número de denuncias presentadas por estas amenazas. El Ayuntamiento de Alicante diseña una segunda fase de este programa para instalar cámaras en aquellos colegios que sufren un mayor número de problemas relacionados con el vandalismo. Según Llorens, la vigilancia se implantará en los centros educativos de Gloria Fuertes y el número 54, entre otros.

El Ayuntamiento ya puso en marcha un plan especial para combatir los graffiti, que permitió contratar a un experto grafólogo para identificar a sus autores y poder sancionarlos, y unas brigadas de limpieza especiales para erradicar estas pinturas de los espacios públicos de Alicante.

La lucha contra el vandalismo, no obstante, presenta algunas lagunas. Llorens admitió ayer las dificultades legales existentes para combatir este tipo de delitos, ya que, en muchas ocasiones, sus autores son menores de edad.

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