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O Marisquiño se afianza como gran cita europea de cultura urbana

Unos 900 deportistas de Europa y América participaron en el festival vigués

El teléfono no lo deja tranquilo mientras cruza a zancadas la explanada de la Estación Marítima de Vigo. Las neveras que faltan en las barras instaladas en la calle, los pilotos franceses que acaban de llegar, las entrevistas que quedan pendientes, los patrocinadores que vienen de visita. Carlos Domínguez, Pity, echa humo pero está feliz. Lleva 10 ediciones dirigiendo O Marisquiño, un festival de deporte y cultura urbana nacido en Vigo en 2001 que ya cuenta entre las grandes citas europeas de su género.

"Nunca hubiésemos imaginado, ni en sueños, llegar a esto", reconoce Domínguez. O Marisquiño nació como un encuentro de amigos aficionados a los monopatines y a las acrobacias en bicicleta. "El primer año lo montamos para promocionar una tienda que acabábamos de abrir en una zona un poco alejada del centro y participaron 200 personas. Fue una estrategia de marketing activo, para demostrar que nosotros también éramos deporte", recuerda. Así empezaron y los años fueron pasando vertiginosos, siempre para arriba. Ahora son 200 los miembros de la organización que velan por que en los tres días de competiciones, demostraciones y música todo esté bajo control.

El pasado jueves, Domínguez se vió en el escenario de Castrelos presentando el concierto de Public Enemy, a modo de apertura oficial del certamen, ante 12.000 personas y tuvo que pellizcarse para convencerse de que realmente estaba pasando.

O Marisquiño es un milagro que no para de crecer cuando incontables festivales mueren de éxito, desbordados, o la crisis se los lleva por delante. De 2009 a 2010, el presupuesto creció un 80%: de 122.000 a 220.000 euros. Este presupuesto no incluye el recital de los neoyorquinos, que sufragó el Ayuntamiento como reconocimiento al trabajo de todo el colectivo. "El éxito es el público que nos respalda, y que seguimos siendo un evento gratuito, eso nos hace sumar patrocinadores". Hasta ayer, las gradas instaladas en el Náutico no dejaron de estar atiborradas de público, a pesar de los 36 grados alcanzados en Vigo.

Las cifras son elocuentes y aumentan el nivel de exigencia. En 2009, hubo 300.000 visitas on line y los audiovisuales colgados en la red acumularon un millón de reproducciones. Además, 45.000 personas presenciaron en directo las actividades.

Unos 900 deportistas de Europa y América participaron en las pruebas desde el viernes hasta ayer. Lo que fue un campeonato local de skate, actualmente cuenta con bicicletas, break dance, graffiti, parkour, conciertos y un ciclo de cine. El descenso en bicicleta de montaña por el Casco Vello se repitió ayer y, como novedad, se organizó un salto de 35 metros de longitud para pilotos de motocross.

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