Animales de compañía
Hacerse con un animal de compañía es algo a lo que puede acceder cualquier persona o familia; solo hay que acudir a la tienda, a un centro de recogida o aceptar un regalo. Pero, obviamente, al no tratarse de meros objetos o seres inanimados, la decisión de tener mascotas lleva implícito la asunción de responsabilidades. Antes de dar el paso es muy recomendable obtener información acerca de sus necesidades o comportamientos con el fin de no llevarse desagradables sorpresas. Debemos ser conscientes de que su bienestar es más importante que nuestro entretenimiento y, por supuesto, reflexionar sobre nuestra disposición para cumplir con los deberes sociales contraídos. Si existen dudas o abruman las responsabilidades, lo más sensato es renunciar a este compromiso.
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