Casi a huelga por día

La conflictividad laboral crece en Euskadi con la crisis como telón de fondo. Las huelgas, los participantes y las jornadas no trabajadas aumentan de enero a mayo en relación a hace cinco años, según datos del Consejo de Relaciones Laborales (CRL). En lo que va de año, y sin contar las cifras de la huelga del 25 de mayo en el sector público, se han realizado 143 huelgas, un 5,9% más que en el mismo periodo del año pasado. Un total de 51.101 participantes, lo que triplica la participación con un incremento del 323,7% más, y 96.487 jornadas no trabajadas, un 24,2% más. La cuenta sale a 143 días de huelga en 150 días, o lo que es lo mismo; sólo siete días sin huelga en cinco meses.

El 58% de jornadas perdidas son de conflictos de sector y el 42% de empresa

Influye la falta de expectativa de futuro y el debate del modelo laboral

El conflicto del Metal en Guipúzcoa, aún sin resolver en agosto, concentra gran parte del aumento de las jornadas no trabajadas. Sólo el sector de la siderometalurgia se lleva un 30% del total. Es decir, en los cinco primeros meses ha habido un total de 96.487 jornadas no trabajadas por huelgas. De ellas, 34.000 pertenecen al sector guipuzcoano del Metal. La negociación del nuevo convenio, que afecta a unos 58.000 trabajadores, se inició a mediados de enero pasado sin que patronal y sindicatos hayan podido acercar posturas.

Del total de jornadas perdidas, un poco más de la mitad, el 58%, son de conflictos de sector y el 42%, son de conflictos de empresa. Algunos de esos paros han sido recurrentes a lo largo del año como ha ocurrido con los comedores, el transporte sanitario, las empresas que prestan servicios en cocinas y cafeterías de Osakidetza y telemarketing. Estos conflictos se han reproducido en los tres territorios. Esta semana aún se ha asistido a un paro en el sector de ambulancias.

Además, en Guipúzcoa los trabajadores secundaron huelgas en artes gráficas, construcción, siderometalurgia y residencias de tercera edad; en Álava, se suma el de ayuda a domicilio y en Vizcaya, el de centros privados de tercera edad. El comportamiento de los tres territorios varía. Así, Vizcaya es el territorio en el que se incrementa más el número de huelgas, un 14,5%, pero es Guipúzcoa el que cuenta con el mayor porcentaje de subida en los participantes, con más de un 800%. En sentido contrario, Álava registra caídas tanto en el número de huelgas, que bajan un 13,3% como en el de participantes, 36,8% menos, y en el de jornadas no trabajadas, con un 27,4%. Entre las más largas, está la huelga de las ITV de Guipúzcoa que se alargó durante seis meses hasta llegar a un acuerdo.

El Consejo de Relaciones Laborales cree que el motivo de las huelgas, en el 67,31% de los casos, ha sido por desavenencias en las negociaciones colectivas. "La conclusión a la que llego es que los conflictos de sector han sido, principalmente, por las negociaciones colectivas", explica Borja de la Sota, secretario general de CRL, institución pública constituida como órgano de diálogo entre patronal y sindicatos.

En el sector de telemarketing y en el de transporte sanitario, por ejemplo, el conflicto nace a raíz de una negociación del convenio que busca ampliarlo al ámbito de la CAV. En otros casos, se negocia el propio convenio. Según la CRL, en los acuerdos laborales de empresa, aunque también es importante la negociación del convenio, están ganando en importancia aspectos como los ERE que con la crisis se acentúan más que otros años.

Miles de personas se vieron afectadas por la huelga del transporte sanitario y la alarma saltó en las familias con niños cuando los sindicatos anunciaron en marzo la convocatoria de dos días de paro todas las semanas de manera indefinida en los comedores. "Es curioso cómo en la empresa pública se dan con más facilidad las huelgas y se dilatan más en el tiempo porque como son empresas que no van a cerrar se convierte en una situación ventajosa", señala De la Sota.

Muchos de los conflictos de los trabajadores cuestionan el modelo laboral. Para Imanol Zubero, doctor en Sociología, profesor en la UPV y autor de numerosos trabajos sobre sindicalismo, existe una asociación entre la crisis y la conflictividad laboral, pero no sólo por el incremento del paro sino por la expectativa de prolongación de la crisis, la falta de expectativa de futuro y el debate de modelo laboral a seguir. "En un escenario donde las propias empresas están diciendo que la crisis se puede alargar y que, además, se discute una reforma laboral que va a flexibilizar el despido y el contrato, lo que está surgiendo un poco es el sálvese quien pueda", explica Zubero. Además, alerta del peligro de que se pueda ver muy afectada "la necesaria relación de cooperación y confianza en los centros de trabajo".