Recompra (de acciones) al futuro
La Europa empresarial se subió al tren de la recompra en época de bonanza, absorbiendo alegremente sus propias acciones a menudo bajo la presión de sus inversores. Pero esta dadivosidad se esfumó rápidamente con la crisis, cuando muchos se vieron obligados a obtener capital para pagar deudas insostenibles. Ahora parece que las recompras podrían volver a ponerse de moda en Europa. Tanto Virgin Media como AstraZeneca han anunciado esta semana su intención de recomprar sus propias acciones. Dadas las desventajas de las recompras de acciones, es de esperar que no suponga el comienzo de una tendencia.
Cuando una empresa planea realizar una recompra, su agente compra sus acciones en el mercado, que normalmente se cancelan para aumentar los ingresos por acción. Virgin Media y AstraZeneca tienen motivos para tomar estas medidas. Ninguna de las dos quiere que el exceso de efectivo les haga un agujero en los bolsillos. Al fin y al cabo, es el dinero de los accionistas. Lo cierto es que AstraZeneca ya paga unos dividendos considerables, tiene efectivo disponible y calcula que ya gasta suficiente en marketing e I+D. Si necesita comprar algo, puede utilizar el flujo de caja libre o un préstamo.
Los partidarios de las recompras alegan que el mecanismo es eminentemente justo. Los accionistas no están obligados a vender sus acciones en la recompra. Las recompras también benefician a los accionistas, en particular los de EE UU, que no quieren pagar impuestos sobre la renta asociados a dividendos. Pero los dividendos tienen ventajas claras. Se distribuyen a todos los accionistas, proporcionan una corriente de ingresos bastante predecible e imponen una disciplina a la dirección de la empresa. A diferencia de las recompras, los dividendos no implican malgastar dinero en pagos a los servicios de corretaje. Virgin Media, con una gran base de accionistas en EE UU, ha decidido mantener bajo su pago de dividendos. AstraZeneca ha adoptado una política de dividendos progresivos y recompra acciones cuando puede. Dejó de recomprar acciones en el tercer trimestre de 2008 y todo 2009.
Como siempre en los mercados financieros, un par de acuerdos de gran visibilidad pueden dar pie a transacciones imitadas. El peligro con las recompras es que las empresas con argumentos menos buenos se suban al tren. Teniendo en cuenta que la actividad de fusiones y adquisiciones es bastante poco competitiva y la fortaleza de los balances sigue siendo una prioridad, parece que hay cosas mejores en las que usar el efectivo de las empresas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.