Bancaja aprueba el SIP con Caja Madrid y lidera la banca comercial
José Luis Olivas será el vicepresidente ejecutivo del nuevo grupo
Se cumplió el guión y el consejo de administración de Bancaja aprobó ayer prácticamente sin oposición el contrato de integración en el SIP (Sistema Institucional de Protección) con Caja Madrid y otras cinco entidades menores. Juntas formarán la primera entidad comercial de España, con cerca de 340.000 millones de activos, 30.000 trabajadores (incluyendo no solo a las plantillas de las cajas sino también a las de las sociedades de sus grupos, como el Banco de Valencia), y la mayor ayuda pública de la actual oleada de fusiones de cajas de ahorros, 4.465 millones de euros provenientes del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria).
Sólo SATE (Sindicat Autònom de Treballadors d'Estalvi), mayoritario en la caja, se desmarcó del acuerdo y mantuvo su voto negativo a la espera de que se alcance un pacto laboral. El sindicato profesional dejó abierta la puerta, sin embargo, a un cambio de postura en la asamblea general que la caja celebrará el 14 de septiembre para confirmar definitivamente la fusión fría si las negociaciones laborales prosperan.
Como estaba previsto, el reparto de poder concede a la entidad madrileña presidida por Rodrigo Rato el 52,1% de la nueva entidad; 11 de los 21 miembros del nuevo consejo de administración; seis de los 11 asientos de la comisión ejecutiva, y la presidencia ejecutiva del SIP. Bancaja contará con una participación del 37,7%; seis miembros del consejo de administración; cuatro de la comisión ejecutiva, y la vicepresidencia ejecutiva, cargo que ocupará el actual presidente de la entidad valenciana, José Luis Olivas.
Las otras cinco cajas se repartirán poco más de un 10%: Caja Insular de Ahorros de Canarias, el 2,5%; Caja Ávila, el 2,3%; Caixa Laietana, el 2,1%; Caja Segovia, un 2,01%, y Caja Rioja, 1,3%.
El consejo de administración de Bancaja aprobó el SIP de forma más que pacífica. Las aguas bajaron más revueltas, en cambio, entre la representación sindical. CC OO, mayoritario en la entidad resultante de la fusión y en el Grupo Bancaja (que incluye al Banco de Valencia), bendijo el miércoles la integración tras haber recibido garantías sobre el empleo. Ayer SATE no solo votó en contra, sino que afeó la actitud de CC OO, y le acusó de dar "su apoyo incondicional a la patronal de las cajas que, dirigidos por las grandes, Caja Madrid y La Caixa, están procediendo a la bancarización del sector".
Reparto territorial de las marcas
El nuevo grupo que nacerá de la fusión operará de forma exclusiva bajo las marcas corporativas de cada una de las cajas en lo que se ha dado en llamar sus "áreas de influencia". De este modo, la marca Bancaja se mantendrá en la Comunidad Valenciana, en Baleares y en la ciudad de Barcelona (municipio en el que también conservarán su nombre Caja Madrid y Caixa Laietana).
Caja Madrid hará lo mismo en la Comunidad de Madrid y en Castilla-La Mancha. Insular de Canarias, en Canarias. Caja de Ávila, en Ávila y Salamanca. Laietana, en las provincias de Girona y Barcelona (aunque en la capital, como se ha señalado, no lo hará en exclusiva). Caja Segovia, en Segovia y Valladolid. Y Caja Rioja, en su comunidad autónoma.
En el resto de España el nuevo grupo operará bajo una marca común que todavía está por definir. Pasarán a formar parte de la sociedad central, que adoptará la forma de sociedad anónima y se constituirá como banco, unos 5.000 empleados, de los cerca de 27.000 que suman las siete cajas. La integración supondrá la supresión de unos 3.800 empleos, la mayor parte de ellos a través de prejubilaciones y bajas incentivadas. La sede social central y la dirección de las sociedades participadas del SIP estará en Valencia. Pero la sede operativa de la sociedad central se ubicará en Madrid.
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