Un caso incómodo en Marbella
Frenazo a la denuncia de un agente antidroga contra la corrupción policial
Queda prácticamente todo por hacer. Esa es la impresión que da leer el recurso que el ex mando de la Unidad contra la droga y el crimen organizado (Udyco), Carlos Farré, ha interpuesto en el juzgado número 2 de Marbella, para que no se archive una investigación por una extorsión que apunta a agentes de Asuntos Internos y que le afecta a él de forma directa porque, supuestamente, estaban tratando de coaccionar a un testigo para que declarara en su contra.
Farré, suspendido de empleo y sueldo, fue detenido en marzo de 2008 junto a otros tres mandos en una operación contra la corrupción policial. El caso, pendiente de juicio, fue investigado por el grupo X de la Unidad de Asuntos Internos.
Un ex mando de la unidad contra la droga recurre el archivo de la causa
El proceso ha sufrido numerosos tropiezos desde que salió a la luz en 2007
En su escrito, el mando policial recuerda que el Cuerpo Nacional de Policía todavía tiene que señalar a los agentes de Asuntos Internos que trabajaron en Marbella los cuatro días en los que se grabaron una serie de encuentros amorosos del empresario David Morales Jiménez y cuyas imágenes se utilizaron después para extorsionarle. También pide que se someta al ex comisario de Marbella, Anselmo Palma, a dos careos para averiguar por qué ordenó que se dejara de investigar el caso.
La magistrada Isabel María Colmenero Sánchez decidió el archivo provisional del caso el 16 de marzo, días después de llegar al juzgado número 2 de Marbella. Zanjó el caso a petición fiscal, porque hasta el momento no se había justificado "debidamente" el delito que dio origen a la causa. El agente Carlos Farré, que ejerce la acusación popular, advierte a través de su abogado de la "necesidad de profundizar" en la investigación y asegura que existen "poderosísimas razones para ordenar que continúe la instrucción".
El caso, por intrincado y delicado, incomoda a casi todo el mundo. El empresario marbellí David Morales denunció en julio de 2007 que dos personas que dijeron ser policías le llamaron para proponerle un trato. Acudió a una cita en la que, según su testimonio, le dieron un disco compacto con una grabación de sus encuentros clandestinos con una mujer que tenía novio. "Este CD muere aquí si colaboras con nosotros, quiero que nos des información sobre una persona, mira el contenido y ya te llamaremos", le dijo uno de ellos. Morales rechazó seguir en contacto con ellos y lo puso en manos de la justicia. Desde entonces, la investigación ha sufrido numerosos tropiezos.
Primero se perdió el CD original que fue hallado partido en dos mitades en sede judicial. Y un oficio del juzgado que pedía que se investigara la denuncia de Morales encalló en la comisaría de Marbella seis meses por razones todavía sin aclarar.
Por un lado está el antiguo comisario de Marbella, Anselmo Palma, que asegura que "nunca" ordenó a la subinspectora con carné profesional 76.046 que "se olvidara de la investigación y que destruyese cualquier fotocopia del oficio que tuviese", algo que la subinspectora ha desmentido en sede judicial. Y por otro, el hecho de que Palma también mantenga que en la Comisaría provincial de Málaga le dijeron que ya se hacían cargo ellos del asunto, algo que el comisario provincial, Juan Jesús Peñalver, y su entonces segundo de abordo, el comisario Salvador Ferres, han negado. "Se determinó que la competencia para investigar y contestar al juzgado era exclusivamente de la Comisaría de Marbella, y así le fue ordenado por el comisario provincial al comisario jefe local de Marbella", explicó Ferres en un oficio remitido al juzgado el 19 de septiembre del año 2008.
En su declaración ante el juzgado, Farré acusó a Palma de haber recibido "una orden de Madrid" para que no se investigara nada. A cambio, según el testimonio de Farré, Asuntos Internos ofreció a Palma un trato: hacer la vista gorda en una investigación en la que el entonces comisario marbellí era el protagonista. "Al mes se fue de excedencia", relató Farré en alusión a un permiso que Palma pidió para ocupar un puesto en el Ayuntamiento granadino.
La mujer del tatuaje en forma de sol
El empresario marbellí que dice haber sufrido chantaje policial asegura que el día en que denunció los hechos ante el juzgado al menos dos personas, que supone policías, le siguieron hasta el restaurante Los Chinales de San Pedro Alcántara, donde se reunió con sus abogados. "Entró un señor, me miró y se sentó en la mesa de al lado", relató. Según su testimonio, uno de sus abogados advirtió que llevaba "un llavero de Policía Nacional". Al salir se cruzó con una mujer castaña, de unos 30 años y pelo rizado, de la que le llamó la atención un tatuaje en forma de sol que le ocupaba la cara interior de una de sus muñecas. David Morales, el denunciante, asegura que volvió a verla ese mismo día en la comisaría de Estepona, donde fue a presentar la denuncia. "Creo que era policía porque entraba y salía de allí como si fuera su casa", relató. El agente sobre el que supuestamente querían información los de Asuntos Internos, el inspector jefe de la Udyco Carlos Farré, asegura que una mujer de idéntica descripción, incluido el tatuaje, participó en el registro de su domicilio en marzo de 2008, día en que le detuvieron junto con otros tres mandos de la Udyco acusados de supuestas irregularidades en los registros.
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