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Reportaje:

Tras los pasos de Santiago

El albergue de Portugalete, en el Camino del Norte, acoge cada verano a miles de peregrinos de todo el mundo - Es uno de los cinco que hay en Vizcaya

La entrada al albergue de Portugalete está flanqueada por un peregrino de rasgos nórdicos. Es la viva imagen de la extenuación. Su mirada se dirige hacia algún recóndito lugar mientras realiza un esfuerzo sobrehumano por sostener un cigarrillo que languidece junto a él. Parece que también está soportando el peso de la fachada de este colegio que durante los meses de verano sirve como albergue para los peregrinos que atraviesan la Ruta del Norte. Son los estragos del Camino de Santiago, que a pesar de su dureza no deja de cautivar a los peregrinos generación tras generación.

Max es inglés. Inició su travesía en Irún rumbo a Santiago junto a un buen amigo. Viajan ligeros de equipaje, su único excedente es una tienda de campaña de esas que se abren en cuestión de segundos "por si algún día decidimos no andar más, o nos gusta mucho algún lugar" explica. Se vanaglorian de vivir con 15 euros al día cada uno, "pero si quisiéramos podríamos vivir sólo con 15 euros los dos" comenta orgulloso. Llevan ocho días de travesía y calculan que les quedan unos treinta más. Max explica que en una semana su amigo dejará el camino y tendrá que proseguir solo, situación que le fascina y aflige a partes iguales. Se presenta como poeta, periodista y editor de una revista de arte y poesía que muestra orgulloso inmediatamente. Nada de esto sería extraordinario si no fuera porque Max tiene 16 años. Este Rimbaud contemporáneo de ojos celestes y espíritu irreverente se considera agnóstico y explica que el viaje le sirve "para reflexionar, leer, escribir y conocerme mejor". Conoció esta ruta a través del padre de un amigo suyo y su única objeción son las indicaciones del camino "que a veces no están muy bien señalizadas y resulta un poco caótico. Pero eso me gusta. Hoy me he perdido seis veces, en la ciudad" puntualiza con picardía. Antes de echarse a su litera a dormir hace una última reflexión. "La peregrinación me hace valorar cosas básicas como una cama o una ducha, que mucha gente en el mundo no tiene".

"El viaje sirve para reflexionar, leer, escribir y conocerme mejor"

El albergue de Portugalete es espartano. Dispone de microondas, cocina, una pequeña nevera y duchas, elemento fundamental tras las hercúleas marchas que realizan los peregrinos. El albergue es gratuito, pero aceptan donaciones. Para acceder se requiere la credencial de peregrino que les atestigua como tales. Sus puertas se cierran a las diez de la noche y se debería abandonar como máximo a las ocho de la mañana. Este es uno de los cinco albergues que existen en Vizcaya junto al de Markina, Lezama, Bilbao y Pobeña. El goteo de peregrinos en el albergue de Portugalete es constante. Durante el año 2009 pasaron 1.048 peregrinos. "Llegan una media de unos veinte peregrinos al día. Ayer había una pareja de coreanos. Por aquí han pasado brasileños, norteamericanos y gente de toda Europa. Los más habituales son los franceses y los españoles", cuenta el gerente del albergue.

El Camino del Norte transcurre en gran parte por zonas costeras. Los peregrinos comentan que es más duro que Camino Francés pero ofrece paisajes de una belleza inigualables donde el color verde, ceñido por el azul del cielo y del mar, se expresa en todas sus posibilidades. Es una experiencia que resalta el contacto con la naturaleza. También permite conocer pequeños y singulares pueblos pesqueros alejados de las rutas más trilladas. El trayecto que se inicia en Irún y finaliza en Santiago, tiene una extensión de unos 800 kilómetros, segmentado en 34 etapas.

Si hay una experiencia que entraña grandes empresas de superación es el Camino de Santiago. Monika y Ludwig se propusieron hace diez años recorrer el camino íntegro que separa su domicilio, en el lago Constanza, al sur de Alemania, hasta la plaza de Obradoiro, en la capital compostelana. Unos 2.000 kilómetros en total. Para esta pareja las etapas duran un mes y el viaje 10 años. "Existe el camino por toda Alemania y Suiza. Se llama el Jakob?s Weck. Este viaje será el fin de una aventura de 10 años en la que hemos atravesado toda Suiza, Francia y el norte de España. Finalizaremos en Finisterre", sentencian al unísono.

Sinfonías celestiales en la Capilla Mayor

La catedral bilbaína de Santiago -la única del mundo que ostenta este nombre junto a la compostelana- se engalanó ayer con sus mejores alhajas para recibir al London Oratory School. Este coro compuesto por jóvenes estudiantes ingleses intervino primero en los salmos de la misa y posteriormente realizaron un concierto de unos 45 minutos en el que entonaron el Ave Maria, de Caccini, el Te Deum, de Stanford, o el Cantique de Jean Racine, de Fauré. El auditorio se encontraba entregado a las capacidades vocales que mostraron los jóvenes cantores. Estos chicos del coro son estudiantes de un colegio público católico. Tienen entre 16 y 20 años y en sus ratos libres compaginan libros con pentagramas. En sus meses estivales aprovechan la ocasión para viajar por Europa y realizar conciertos en las catedrales de las ciudades que visitan. El London Oratory School posee una gran reputación. Los ecos de estas angelicales voces han resonado en los últimos 20 años en las paredes de las catedrales de Praga, Lisboa, Dublin, París y en varias de ciudades de Estados Unidos.

El concierto está inscrito en los actos de celebración de la festividad de Santiago. El escenario para la celebración de los actos jacobeos es inmejorable. La catedral se asienta sobre una ermita que data de finales del siglo XIII. Posteriormente se edificó la iglesia que desde el año 1643 está dedicada al patronazgo de Santiago. La catedral toma su nombre del patrón de Bilbao, el Apóstol Santiago el Mayor. Es monumento Histórico- Artístico Nacional desde el 3 de junio de 1931.

Albergues

- Markina. Convento de los Padres Carmelitas. Plaza Karmengo, 5

- Lezama. Centro Cívico Uribarri Topalekua. Garioltza, 133-B

- Bilbao. Antiguo Centro Cívico Altamira. Kobeta Bidea, 60

- Portugalete. Edificio Ramón Real de Asúa, en el casco histórico. Casilda Iturrizar,8

- Pobeña.Edificio acondicionado en las antiguas escuelas. Antiguas escuelas/ Barrio Pobeña.

Caminando hacia el Campo de Estrellas

- Los orígenes. El nacimiento de Santiago de Compostela tal como lo conocemos hoy en día está ligado al descubrimiento de los restos del Apóstol Santiago entre los años 820 y 835. Según cuenta la tradición medieval, el eremita Pelayo, alertado por unas luces nocturnas que se producían en el bosque de Libredón, avisó al obispo Teodomiro que fue quien descubrió los restos de Santiago en el lugar en el que posteriormente se levantó Compostela. Existen discrepancias acerca de la etimología del topónimo. Algunos aseguran que proviene de Campus Stellae (campo de la estrella). Otras teorías defienden que su origen deriva de Composita Tella (tierras hermosas), eufemismo con el que se designaba el cementerio. El lugar cobró una gran relevancia cuando Alfonso II, necesitado de cohesión interna y de apoyo externo en su reino, hizo un peregrinaje a un nuevo lugar santo de la cristiandad, en un momento en el que la importancia de Roma había decaído y Jerusalén no era accesible al estar en poder de los musulmanes.

- Camino del Norte. Entre todas las vías para llegar a Santiago, el Camino Norte es el más antiguo. Sus orígenes se remontan al descubrimiento mismo del sepulcro del Apóstol. Partía de Irún y corría en paralelo al Cantábrico. En las primeras décadas de la devoción jacobea, allá por los siglos IX y X, ya existe constancia de peregrinos que optaban por esta ruta que transitaba por remotas calzadas y recorría paisajes de inigualable hermosura. El camino gozó de gran importancia cuando en los siglos IX y X las tierras navarras estaban acechadas por el cerco musulmán, siendo el camino de costa cantábrico el más seguro de todos.

- Camino de Interior. También conocido como el del túnel de San Adrián. Ha sido utilizado desde la Edad de Bronce. En el siglo XIII constituía un eje fundamental de comunicación entre el reino de Castilla y el resto del continente. Parte desde Irún, al igual que el Camino de Costa, y se une con el francés en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).

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