Los sindicatos no aceptan bajas incentivadas en la integración

Las reuniones de la mesa laboral que aborda la integración de las cajas de ahorros se parecen cada vez más a una partida de mus. El primer órdago lo lanzó la patronal el martes pasado, cuando avanzó su oferta de prejubilaciones con el 70% del salario. Lo más suave que dijeron entonces los sindicatos fue que se trataba de un ofrecimiento "infumable". La pelota estuvo hasta ayer en el tejado de los trabajadores, que en la tercera reunión de la mesa exigieron prejubilaciones para toda la plantilla con entre el 95% y el 98% del salario.

La propuesta la formularon verbalmente CC OO, CSICA y CIG, ya que UGT se descolgó desde el primer día con su propia alternativa laboral para la fusión, que presentó ayer por escrito. De nuevo se volvieron a repetir los mismos reproches: "No nos han dado documentación, no podemos negociar nada respecto a la movilidad si no sabemos cuántas personas se pueden desplazar", apuntó Clodomiro Montero, del sindicato nacionalista. Las tres centrales se niegan a aceptar la opción de que una parte de las bajas laborales que provoque la integración sean bajas incentivadas hasta que no se justifiquen.

A diferencia del encuentro de la semana pasada, nadie habló de un ERE. Y más cuando faltan dos días para que el Banco de España publique las pruebas de resistencia de la banca, que se supone servirán para resucitar la confianza en el sector financiero.