La competitividad y el futuro, por las nubes
El cloud computing o computación en nube se basa en la desaparición de nuestros ordenadores tal y como los conocemos, transformando sus datos y aplicaciones en servicios online. Los usuarios de este servicio tienen acceso de forma gratuita o de pago, todo depende del servicio que se necesite usar, y a través de Internet a las aplicaciones y datos. Mediante la nube, el usuario tendrá total flexibilidad para acceder a su información desde cualquier parte o cualquier dispositivo, tales como ordenadores, iPads, móviles 3G, PDA, smartphones, etcétera.
En estos momentos, el cloud computing es el verdadero campo de batalla para las empresas TIC, quienes dominen la nube serán los actores del futuro. Aunque para los usuarios de la generación 2.0, acostumbrados a usar redes sociales y blogs, este cambio parece un paso lógico, para las empresas y grandes corporaciones va a suponer un salto gigantesco en los esquemas de trabajo y en la inversión tecnológica. Y es que, según diversos analistas, con la nube las aplicaciones tecnológicas pueden ser entre tres y cinco veces más baratas para la empresa, y entre cinco y diez para el consumidor. A esto hay que añadir que ya no habrá barreras físicas para el trabajo, pues se podrá ejercer de manera completamente móvil con el nombre de usuario o dirección IP, lo que no sólo ahorrará costes, sino que impulsará la conciliación laboral.
Una de las principales características del cloud computing es que no hay necesidad de conocer la infraestructura que hay detrás de ella, pasa a ser una nube donde las aplicaciones y servicios pueden fácilmente crecer (escalar), funcionar rápido y sin fallos. Lógicamente, los nuevos usos supondrán nuevos servicios y es probable que todas las necesidades tecnológicas se facturen bajo la modalidad de pago-por-uso vía Internet. Este tipo de servicios llegará a ser una fuente estratégica de ahorro para los usuarios, pues se pagarán según alguna métrica de consumo, no por el equipo usado.
Más aún, la crisis económica amplificará la adopción de cloud computing. Este modelo ofrece una manera más económica para que la empresa use y adquiera tecnología. Una ventaja relevante para muchas, ya que se ahorrarán tener una infraestructura propia, desde el centro de datos hasta el hardware y software.
Parece seguro que cloud computing revolucionará la computación y -lo que es más importante- la forma de hacer negocio. Por ahora solo estamos al inicio. El mundo empresarial debería seguir con lupa las primeras experiencias y casos de éxito en el mundo tecnológico de la mano de empresas como Google, Microsoft o Salesforce.com. Las empresas tienen que perder el miedo al cambio, aprender del cloud computing y adoptar las innovaciones resultantes para ser más productivas y competitivas. No hay que ver el cloud computing como una tecnología. Es una forma nueva para lograr los objetivos de la empresa. No obstante, para que esta perspectiva sea una realidad en la empresa española hay que cambiar el chip. Debe tratar y gestionar la tecnología y el cloud computing desde el punto de vista de negocio. ¿Aceptamos el reto? -
Robert Assin es director general de Interxion España.
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