Christie lleva el Rameau más elegante al Via Stellae

William Christie ha obtenido un gran éxito este lunes en Santiago junto a Les Arts Florissants, conjunto con el que el director neoyorquino cambió, desde 1979, la mirada de los aficionados y profesionales franceses sobre su repertorio nacional de los siglos XVII y XVIII. Las dos obras programadas -el ballet heroico en un acto Anacréon y el acto de ballet Pygmalion, ambos de Rameau- eran estreno en Galicia.

El programa tenía la dura competencia del interminable baño de multitudes de la selección española de fútbol en Madrid, lo que no impidió que los melómanos acudieran en masa al Auditorio de Galicia. Peor fue la serie de obstáculos en forma de obras recién emprendidas en la ciudad, incluida la impermeabilización del aparcamiento del propio auditorio, que cogieron por sorpresa a muchos.

Christie extrajo de la orquesta y coro de Les Arts Florissants toda la discreta y sobria elegancia de la música de Rameau. Si ya en Anacréon lograron una ovación, el público se entregó al fin del Pygmalion, haciendo saludar después del concierto en repetidas ocasiones a sus protagonistas: Ed Lyon, un convincente Pygmalion; Emmanuelle de Negri, que supo dar sensualidad en voz y gesto a La Estatua; a una brillante Sophie Karthäuser (Amor) y a la breve e indignada Céphise de Virginie Thomas.