Rueda tilda de "barbaridad" que se pida disolver el Gobierno de Gondomar

La decisión del PSdeG de pedir al Gobierno central que disuelva la corporación local de Gondomar es para el secretario general del PP y conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, una "barbaridad en busca de titulares". Lo dijo ayer en alusión a la responsable socialista de política municipal, Mar Barcón, que anunció el lunes la iniciativa. El Ayuntamiento de Gondomar está ocupado desde hace un año por seis concejales electos del PP, cuatro del PSOE y uno de Move Gondomar, que pactaron desalojar de la alcaldía al BNG en una maniobra que los expertos del Pacto Antitransfuguismo consideran ilegítima.

El alcalde, Martín Urgal, pidió la baja en el grupo municipal del PP junto a sus compañeros -todos menos Carlos Silva, ex alcalde y candidato en 2007, que siguió en el partido hasta que la Audiencia Provincial confirmó el mes pasado que prevaricó en la concesión de una licencia urbanística- justo antes de presentar la moción de censura. Ayer anunció que se querellará contra Barcón por injurias y calumnias y censuró sus afirmaciones con un argumento similar al que utilizó el PP el lunes para descalificarla. "Una de dos, o esta mujer bebió o con la victoria de la selección española perdió la cabeza", declaró a la cadena SER, y añadió: "En esta corporación nadie está imputado en ningún delito urbanístico. Es una sinvergüencería por su parte [que hiciese esas declaraciones]".

Martín Urgal sobre Barcón: "O bebió o perdió la cabeza con el triunfo de España"

"Barcón quiere crear alarma social porque carece de argumentos administrativos y políticos", aseguró Urgal. "Están empeñados en crear en Gondomar una villa del Oeste, pero sigue siendo un sitio tranquilo", adujo. Poco importan a Urgal las conclusiones del dictamen de los expertos del Pacto Antitransfuguismo, que consideran tránsfugas tanto a los ediles del PSOE como a los del PP. El alcalde se escuda en que él concurrió a las elecciones "como independiente", pese a figurar como número dos en la lista de los populares.

El PSdeG, que expulsó a los ediles que firmaron la moción, fundamenta su petición en que el caso de transfuguismo no es un hecho aislado, sino que forma parte de una "trama de corrupción urbanística, extorsiones a empresarios y pagos con dinero negro". Además de Silva, que fue condenado junto a cinco concejales del partido, en junio fueron condenados los también ex ediles del PP Alejandro Gómez y José Luis Mosquera, en su caso por extorsionar a empresarios para que financiasen la campaña electoral de los populares en las municipales de 2007.

En su intervención, Rueda aseguró tener el "máximo respeto" por la autonomía local. Después echó mano del socorrido y tú más: "El PSOE está instalado en la táctica de primero buscar el titular y después pensar lo que dice; debería ser al revés [...] Si ésa es la táctica que ha decidido, igual debería empezar en aplicarlo en ayuntamientos gobernados por el PSOE".

El conselleiro realizó las declaraciones por la mañana, lo que dio tiempo a Barcón para replicar. Acusó a Rueda de "erigirse en portavoz de los tránsfugas de Gondomar" y le pidió que explique "qué interés tiene en defenderlos".

La actitud de Rueda, según Barcón, sólo puede responder a dos razones. "O bien está defendiendo los intereses ocultos que existen tras la moción de censura de Gondomar para revocar a un gobierno elegido democráticamente o bien, pese a lo que nos pretende hacer creer el PP, los concejales declarados tránsfugas siguen formando parte del partido".

Alfonso de Lis, líder del PSOE local hasta que su apoyo a la moción de censura le acarreó la expulsión del partido, acompañó a Urgal en su comparecencia. Él tampoco ve nada extraordinario en su situación, pese a que su caso sea un paradigma del transfuguismo, al que no afectan los matices con que se defienden los populares. Según él, como el BNG no era el grupo con más ediles en el Ayuntamiento no se alteraron las mayorías, y por tanto no hubo transfuguismo. De Lis también criticó duramente el anuncio del que fue su partido. Aseguró que no permitirá que le traten de corrupto o que le pongan por encima "una losa de mierda, por así decirlo".