Protesta de padres en Valencia por la falta del instituto de La Valldigna
Las familias censuran la propuesta de Educación de dobles turnos y barracones
"No queremos barracones ni dobles turnos". Las familias de los cerca de 300 alumnos de Secundaria a los que la Consejería de Educación pretende recolocar en barracones -o, en su defecto, obligarlos a estudiar en dobles turnos- llegaron ayer a Valencia en cuatro autobuses procedentes de Benifairó, Simat y Tavernes, las tres poblaciones de la comarca de La Valldigna afectadas por el retraso en las obras del nuevo instituto público.
Las diez asociaciones de padres de los alumnos de los colegios que, en septiembre próximo deberían estrenar instituto, trataron ayer de convencer al director general de Ordenación y Centros, Rafael Carbonell, de que "la decisión confirmada por Educación de crear el doble turno es muy desafortunada".
Los padres y madres explicaron a la Administración que muchos de sus hijos son "alumnos de los conservatorios y escuelas de música, o deportistas federados que practican diferentes deportes dentro y fuera de la comarca". Esta situación hace que estudiar enseñanzas medias en horario nocturno sea "incompatible" con las actividades artísticas o deportivas extraescolares.
También explicaron que cuentan con el "apoyo" de los tres Ayuntamientos, además del respaldo dado el viernes por el presidente de la Mancomunitat de la Valldigna, José Luis Ferrando.
"Continuamos defendiendo la retirada de la orden e instamos a la consejería a que acabe las obras del nuevo instituto lo antes posible", advierten, y piden al consejero Alejandro Font de Mora que, mientras duren las obras, escolarice a los alumnos de 1º y 2º de ESO en sus colegios.
Profesores contra el recorte de plazas
Profesores que, en algunos casos, llevan más de 20 años en el mismo centro han sido "desplazados" de sus puestos de trabajo y deberán buscar un nuevo destino. Los 320 docentes de las tres provincias afectados por las propuestas de reducción de grupos y programas educativos acudieron ayer a las direcciones territoriales de Alicante y Castellón y a la Consejería de Educación en Valencia para conocer sus nuevos destinos.
El malestar llegó cuando se conoció que la consejería "no ha ofertado todas las plazas vacantes disponibles" y se reserva otras hasta que se cierre la matrícula en septiembre.
La "tensión", según Beatriz Cardona, del STEPV, que estuvo presente, llegó cuando desde la consejería se amenazó con desalojarlos recurriendo a la fuerza policial. Situación que al final se recondujo.
Junto a los 79 profesores de FP desplazados de sus centros, dentro de las especialidades más afectadas estaban los 36 profesores de Filosofía, a quienes sólo se les adjudicaron 15 plazas. Estos docentes están muy "quemados" desde el curso pasado cuando la Consejería de Educación decidió obligarles a dar las clases de Educación para la Ciudadanía en inglés y, si se negaban, les obligaba a tener un traductor. Una situación esquizofrénica a la finalmente en julio de 2009, puso fin el Tribunal Superior de Justicia. Ayer, estos especialistas volvieron a protagonizar los momentos de mayor irritación por la restricción de plazas.
Los sindicatos CC OO, STEPV y UGT condenaron, en un comunicado conjunto, la "pérdida" de los derechos laborales. Y recuerdan a la Administración que "el profesorado desplazado tiene derecho a optar provisionalmente a una vacante en un centro de su misma localidad y, si no lo hay, en su propio centro".
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