Getxo cede "un espacio central y un lugar de honor" a sus víctimas

Los nombres de las 18 personas asesinadas por el terrorismo en Getxo resonaron ayer, entre el respeto de los asistentes y la emoción de los familiares, en el salón de plenos del Ayuntamiento de la localidad. El alcalde, el peneuvista Imanol Landa, los mencionó uno a uno, empezano por José Ramón Morán González y Javier Ybarre y Bergé, asesinados en 1975 y 1977, y terminando con el juez José María Lidón, que cayó el último, en 2001. Desde el espacio común de la convivencia y el cobijo para todos, abogó por "una casa común" sin barbarie y en libertad. Las víctimas del terrorismo tendrán siempre "un espacio central, un lugar de honor", prometió a sus familiares.

Landa expresó un mensaje claro de autocrítica. La respuesta social, institucional y política, les dijo, "no estuvo, salvo honrosas excepciones, a la altura de las dramáticas y terribles circunstancias en que os visteis envueltos". "Es mucho el déficti de reconocimiento acumulado" en lo que consideró, "una deuda histórica contraída por nuestro pueblo". Al acto insitucional en el salón de plenos, cuyos sitiales ocuparon los familiares, mientras la corporación y autoridades se sentaban en el lugar reservado al público, asistieron el consejero de Interior, Rodolfo Ares y la directora de Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, el diputado general de Vizcaya, y el delegado del Gobierno, Mikel Cabieces. Tras la ofrenda floral ante la escultura Guztion Etxea (La casa de todos), de la que los familiares recibieron una réplica, Ares señaló la labor de acabar con el terrorismo como "el mejor homenaje" a sus víctimas. El consejero aprovechó para lamentar que algunos partidos, en referencia implícita a EA, actúen como si ese final ya se hubiera producido. "No estamos en ese momento", afirmó, para pedir "máxima unidad de todos los demócratas".

Los partidos tienen un miedo cerval a perder cualquier resorte de poder