La geografía urbana de Falla

Pese a no hallarse a mitad de camino entre Cádiz y Alta Gracia (Argentina), la vida del compositor Manuel de Falla encontró cobijo en la ciudad de Granada, en un carmen cercano a la Alhambra en el que pasó algunos de sus mejores y más fructíferos años. Fue en Granada donde tuvo a algunos de los que serían sus más entrañables amigos, entre los que estaban el poeta Federico García Lorca y el pintor Manuel Ángeles Ortiz. También fue la ciudad de la que se vio obligado a huir, cuando la derrota del bando republicano en la Guerra Civil hacía irrespirable un país que ya no le pertenecía.

La exposición Manuel de Falla: itinerancias de un músico, que hasta el próximo 19 de septiembre puede visitarse en el Centro Cultural CajaGranada, sigue los pasos vitales y creativos del genio gaditano a través de las diferentes ciudades que construyeron su paisaje sentimental, de los lugares en los que se sintió solo o acompañado, en los que fue perseguido o encontró refugio.

Las batutas, lápices, plumillas y gafas del compositor destacan en la exposición

Para analizar ese entramado de calles y notas, de música y recuerdos, los comisarios de la muestra, Yvan Nommick y Rafael del Pino, han reunido algunos de los objetos personales más íntimos del autor de El amor brujo. Un metrónomo (instrumento que sirve para indicar el compás), batutas, plumillas, lápices o una goma de borrar se unen a sus inconfundibles gafas bifocales o a la partitura original manuscrita del Concerto para clave y orquesta.

Todos estos objetos pertenecen al archivo del compositor, que desde hace 20 años permanece en Granada, en la casa en la que vivió. A ellos hay que unir unas 30.000 cartas y los 5.000 libros de su biblioteca personal, que constituyen un mapa de sus gustos éticos y estéticos, de sus dudas y certezas.

Como explicó Del Pino, durante su etapa granadina "Falla no vivió encerrado en un carmen, sino que se relacionó con la ciudad y sus gentes". Prueba de ello fue el concurso de cante jondo que organizó junto a García Lorca y que fue el germen de lo que hoy es el Festival Internacional de Música y Danza, uno de los mayores acontecimientos culturales de la ciudad.

Tras acercarse al universo íntimo del compositor, la exposición ofrece 35 paneles en los que se analiza la biografía del músico. Lugares como París, Córdoba, Londres, Barcelona, Venecia o Zúrich se unen a las ciudades en las que vivió. Se trata de la parte itinerante de la muestra, que, mediante fotografías, documentos y textos impresos, acerca al visitante a los distintos epígrafes que articulan el discurso, que va desde la infancia del creador hasta su muerte.

Por último, la exposición muestra una colección de carteles originales con obras de Falla de las dos primeras décadas del siglo pasado en teatros de Francia y España, en los que comparte protagonismo con músicos como Stravinsky o Milhaud. Como punto final, el visitante puede ver un documento audiovisual que recoge algunas de las pocas imágenes en movimiento que se conservan de Falla y que fueron grabadas en los años veinte por un amigo del músico en su carmen.

En una de ellas puede verse a Falla recibiendo a dos amigas en su casa a la hora del té junto a su hermana, y en otra se observa al compositor haciendo algunas de las cosas que más le gustaban, "liándose un cigarro y leyendo un libro", como explicó el comisario de la exposición.

Diego Martínez, director del Archivo Manuel de Falla, habló del montaje audiovisual y aseguró que, junto con el resto de la exposición, sirve para "reivindicar al músico español más universal, del que cada día se interpretan piezas en teatros y auditorios de todo el mundo".

Tras su paso por Granada, la exposición, que ha contado con la colaboración de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, viajará a Argentina. En Granada podrá verse de martes a sábado de 12.00 a 14.00 y por las tardes de 17.00 a 20.00. También permanecerá abierta los domingos y festivos en horario de 11.00 a 15.00.