"Sabía que iba a ser gol"
Puyol marcó en una jugada de estrategia que el Barça usó con éxito ante el Madrid el día del 2-6
Carles Puyol y Xavi Hernández se conocen desde hace tanto tiempo y debutaron juntos en la selección, el 15 de noviembre de 2000. Cosas de la vida, aquel día España perdió por 2-1 contra Holanda. Era un partido amistoso. Lo del pasado miércoles, en Durban, era una semifinal de la Copa del Mundo ante Alemania. Xavi sacó un córner, Puyol lo remató de cabeza y metió a España en la final. Llevan más de 11 años jugando juntos en el Barcelona. Así que no necesitan ni hablarse para entenderse. Pero el miércoles, en el descanso, hablaron. Lo justo, no mucho; lo necesario para que Xavi lanzara un saque de esquina y Puyol supiera dónde buscar el remate. Así fue y España es finalista.
"Tú pónmela como se la pusiste a Capdevila", le dijo Puyol a Xavi en el camerino recordando un córner que había sacado en el primer tiempo. "Como si fuera tan fácil", se quejaba ayer el medio, como si el Jabulani se dejara dominar, como si no lo intentara.
"Tú pónmela como se la pusiste a Capdevila", le pidió el defensa a Xavi
"Sabemos que esta acción la hacen en su club", explicó Del Bosque
España había hecho daño en la estrategia a Alemania poniendo en práctica una jugada ensayada en Las Rozas -un apoyo del tercer hombre con Xavi, Alonso e Iniesta tras un córner sacado en corto por el primero- que remató en plancha Puyol y en alguna acción parecida, en la que se buscó liberar a Xabi Alonso en la frontal. En una, Xavi obedeció a Vicente del Bosque y trató de traicionar la confianza que a los alemanes les daba su envergadura con un centro directo sobre el punto de penalti. La idea era simple: Puyol y Piqué por el centro y Capdevila o Ramos atacando desde el segundo o el primer palo, dependiendo del origen del centro.
"Tú pónmela donde se la pusiste a Capdevila", recordó Xavi en el minuto 73, camino de la esquina izquierda del ataque de España. Y, entonces, lo tuvo claro: "Te juro que, cuando iba a lanzar el saque de esquina, sabía que iba a ser gol". Llegó Xavi a la esquina, plantó la pelota, levantó la cabeza y vio a Puyol. Y aún lo tuvo más claro: "Búscala, Puyi, que te la pongo', pensé; 'búscala, que es gol".
Ayer, a primera hora de la tarde, Xavi solo recordaba sensaciones porque no lo había visto repetido por la tele: "Tal y como le pego, veo a Puyi correr... Y pienso: 'Gol". Y fue gol. A día de hoy, puede que el tanto más importante de la historia del fútbol español. "Espero que no, que el más importante esté por llegar", asegura el defensa.
Es el tercer gol de Carles Puyol Saforcada, ese que en la final cumplirá su partido número 90 con la selección y al que un día acusaron de falta de compromiso por no jugar un partido estando lesionado. Unos números reseñables porque El Tiburón, como le llaman algunos en el vestuario, solo contabiliza seis goles en los más de 300 partidos de Liga que contabiliza como azulgrana. Ahora se duda de si seguirá en el equipo nacional o se retirará para centrarse en el Barça. "No es el momento para eso. Lo hablaré con Del Bosque y Hierro al acabar el Mundial", responde el zaguero.
El gol que metió a España en la final tiene más historia que esta y remite al trabajo de Tito Vilanova y Juan Carlos Unzué, ayudantes de Pep Guardiola en el Barça. Con esa jugada, Puyol y Xavi, con la colaboración de Piqué, ya hicieron historia el 2 de mayo del año pasado, en el Bernabéu, la tarde que el Barça le marcó seis goles al Madrid (2-6). El segundo, de Puyol, llegó de una falta lateral, pegada a la línea de fondo, con movimientos casi idénticos. Piqué, arrastró y fijó a los centrales del Madrid en el área pequeña y Puyol, que estaba en el segundo palo, amagó hacia dentro y salió hacia fuera para volver y rematar desde el punto de penalti como hiciera ante Alemania. "No pensé en aquel gol, pero es una acción que solemos hacer", dijo ayer Puyol refiriéndose a la estrategia del Barça; "sí, es la del gol del Bernabéu".
Es una estrategia, en cualquier caso, que resulta estupenda ante equipos que se defienden en zona en las jugadas a balón parado. Llega uno desde atrás, con mayor carrera e impulso, y gana la partida por alto al defensor. Se aprovecha la inercia de la carrera y se gana al rival, que no tiene apenas recorrido y pierde capacidad de salto. Como demostró Puyol ante el Madrid y ante los kilométricos alemanes. "Sabemos que esta jugada la hacen en su club, pero somos respetuosos y en la selección intentamos aprovecharnos del trabajo bien hecho", reveló Del Bosque.
Salió de maravilla. "Tú pónmela donde se la pusiste a Capdevila", pidió Puyol. Y se la puso Xavi. Y todo salió de perlas porque España fue incapaz de marcar de jugada. Pero está en la final de la Copa del Mundo. Centro, remate y gol. Como si fuera tan sencillo.
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