La CAM intenta recortar los poderes del consejero delegado del SIP

Los dirigentes de Caja Mediterráneo (CAM) están intentando por todos los medios a su alcance recortar los poderes que le otorgó el Protocolo de Fusión al presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, presentado en el Banco de España el lunes de la semana pasada. Acuerdo que ambas entidades, más las cajas de Santander y Cantabria, firmaron para constituir el SIP (Sistema Institucional de Protección) que el banco central aprobó un día después, el martes 29 de junio.

De acuerdo con ese protocolo, la junta general de accionistas delega en Menéndez todos los poderes durante un periodo de 6 años, prorrogables por otros tantos, salvo que el consejo de administración del SIP decida por mayoría cualificada su sustitución. Una hipótesis altamente improbable, toda vez que CAM y Cajastur mantienen una representación paritaria en el consejo del 40% de los cargos cada una.

Bancaja y Caja Madrid prevén un beneficio de 2.000 millones para 2013

Las dificultades de la CAM para modificar el Protocolo de Fusión, que desarrolla el de Intenciones son de consideración. A pesar de ello, durante el día de ayer se celebraron reuniones en Alicante y en Madrid para intentar introducir algunos cambios que acotaran los poderes absolutos de Menéndez. Los esfuerzos de la caja alicantina se centraban en conseguir que el consejo de administración de la SIP tenga capacidad para revocar las competencias del consejero delegado que, según fuentes de la caja asturiana, no son mayores que los que ostenta un cargo similar en cualquier entidad bancaria.

Cajastur no tenía ayer la menor intención de ceder ninguna parcela de poder de Menéndez porque entendía que no se había producido ningún cambio sustancial desde que el lunes de la semana pasada se presentara el Protocolo de Fusión ante el Banco de España.

La CAM ha defendido su posición apoyándose en el código de buen gobierno redactado por Manuel Olivencia y que hizo suyo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En un informe del catedrático andaluz para la caja alicantina, éste subrayaba que "el Consejo de Administración podría quedar como un órgano de supervisión con limitadas capacidades del consejero delegado (...) Las entidades quedarían privadas de gran parte de sus competencias". Por recuperar alguna de ellas pelean los directivos de la CAM.

Por otra parte, el SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja comunicó ayer a la CNMV que el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB) apoyará con 4.465 millones el proceso de integración de ambas cajas en el sistema del que también forman parte las cajas de Canarias, Rioja, Laietana, Ávila y Segovia.

El SIP prevé un beneficio de 2.000 millones de euros para 2013, tras pagar los intereses de las ayudas solicitadas al FROB y unas sinergias netas de 500 millones.