El Parlamanto vasco exige ser "claros y contundentes" contra la violencia

Sin representantes de ANV y con cerca de dos centenares de personas entre parlamentarios, miembros del Gobierno, alcaldes, concejales y familiares, el homenaje en el Parlamento a los ediles amenazados y asesinados se convirtió ayer en un nuevo llamamiento a ETA a la paz y una oda a la política a la "democracia de proximidad" practicada por los ediles vascos. En la Cámara se pidió ser "claros y rotundos" contra la violencia.

Con un manifiesto leído por ediles de todos los partidos -excepto ANV-, se exigió el fin de la violencia de ETA "sin ningún tipo de exigencias o contrapartidas políticas". En esta línea, la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, dedicó unas palabras a la izquierda abertzale, a quien recordó que "no basta con condenas relativas del terrorismo para ganar legitimidad democrática". "No valen declaraciones vagas, abstractas ni medias tintas", recalcó y antepuso el fin de ETA y el recuerdo de las víctimas a la entrada de la izquierda abertzale en el espacio democrático vasco.

Quiroga censura las "medias tintas" de la izquierda 'abertzale'

El de ayer fue el primer acto en honor a los ediles, en especial a los 25 asesinados por ETA, el Batallón Vasco Español -Tomás Alba, en 1979- y los GAL -Santiago Brouard, en 1984-. Desde 1975, ETA se ha cobrado 23 vidas en el seno de los consistorios vascos. La figura de los alcaldes y concejales fue ensalzada como la política a pie de calle por el presidente de Eudel, Jokin Bildarratz. Cifró en 20.000 las personas que han pasado por los ayuntamientos y subrayó el doble valor de su compromiso ya que este acarrea una "pérdida de libertad". También Quiroga subrayó que "su cercanía a las calles los haga también especialmente vulnerables al acoso diario del radicalismo ciego". La presidenta se congratuló de que "ya no toleramos los "desplantes públicos a las víctimas, ni el despliegue descarado de propaganda y apología terrorista". Los ediles ensalzaron la "democracia de proximidad" que practican.

En su el escrito, redactado por el ex alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda, y el ex Defensor del Pueblo, Álvaro Gil Robles, se traza un futuro "sin la falsa tutela de las armas, de quienes no creen en ella ni en la libertad de los vascos". El manifiesto fue leído por los alcaldes de Basauri, Zarauz, Mendaro y Amurrio -Loli de Juan (PSE), Jon Urien (Hamaikabat), Irune Berasaluze (PNV) y Pablo Isasi (EA), respectivamente-, junto con la concejala de Arrasate Iciar Lamerain (PP), el edil de Vitoria José Navas (EB) y el de Durango, Dani Maeztu (Aralar).

Si bien participó en el manifiesto, Aralar se ausentó del discurso de la presidenta para denunciar su trato a los ediles de la ilegalizada ANV. Quiroga renunció a que estos participaran, pero más adelante extendió la invitación a todos. A pesar del cambio, ninguno representante de ANV acudió al Parlamento. EA sí estuvo finalmente en el acto, tras la "rectificación" de Quiroga. La exclusión del partido ilegalizado hubiese sido un acto "injusto, partidista y discriminatorio" criticó en un comunicado.

A la voz contra el terrorismo se sumó otra a favor de una educación en valores de paz, "la estrategia clave", según el manifiesto. Bildarratz hizo un llamamiento a los jóvenes para que participen en la política, mientras Quiroga defendió los valores de convivencia para que los más pequeños sepan que "por radical que sea su desacuerdo existen fronteras que no se pueden cruzar".