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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

De Pompeya a Sagunto: danza sobre las piedras

Algunos teatros romanos antiguos no dejaron de usarse nunca. A veces pasaron a ser ciudadelas, mercados, polvorines o cárceles. Sobre ellos se construyó implacablemente. Ya en los tiempos modernos vino la época de reverenciar y hacer justicia a ese gran pasado arquitectónico y artístico, verdadera columna vertebral de todas piedras que se han apilado después en las más variadas combinaciones. Italia ya demostró desde temprano la fascinación que transmiten estos espacios, que pueden variar mucho en cuanto a aforo, planta, formato. Las llamadas "arenas" también se convirtieron en teatros. El caso más notorio y célebre es la Arena de Verona, que alberga uno de los festivales más famosos del planeta. La danza, junto al teatro, estaba en los orígenes de estos marcos de actuación, y es la danza precisamente la que ha regresado con fuerza a su uso, en muchos casos por encima del teatro. Pompeya, dentro de su espectacularidad única, tiene en su Teatro Grande una localización excepcional. El festival de Nápoles y Campania ha concentrado allí su oferta estival con grandes ofertas que se adecuan al entorno, que no son solamente un entretenimiento veraniego, sino obras de danza y de música que temáticamente ponen en juego la historia. Este es el caso de Carmina Burana o de La consagración de la primavera, por citar solamente dos obras cumbres que serán vistas y oídas en Paestrum y Pompeya. El coreógrafo brasileño Ismael Ivo, actual director del festival de danza de la Bienal de Venecia, hizo el año pasado un experimento con los jóvenes bailarines de su laboratorio veneciano: les montó La consagración de la primavera. Ahora repite experimento con los bailarines noveles de la región de Campania; en declaraciones del propio Ivo, se trata de empezar a lo grande, que esa música potente y única propicie una iniciación cercana a la catarsis y al éxtasis. El otro factor novedoso es que el coreógrafo ha creado la obra pensando directamente en tal espacio, en sus posibilidades y sus perspectivas. En el teatro verde de Taormina, recreación neoclásica de la antigüedad perdida, Daniele Cipriani ha ideado una Noche Jerome Robbins, con coreografías del genial norteamericano e interpretada por estrellas del New York City Ballet entre las que destacan dos españoles: Gonzalo García y Joaquín de Luz. Nancy free, con su espumante ligereza, o la poesía refinada de Other dances se avienen a un marco romántico por excelencia.En España, el Teatro de Sagunto acogerá al ballet de Teatres de la Generalitat en una nueva versión de Sangre pura, una impactante creación de Ramón Oller que ya ha sido vista en medio mundo; esta vez, Oller ha ampliado el espectro del conjunto a las proporciones de un espacio que exige pensar el movimiento y su visualización a lo grande, tal como eran las cosas en tiempos de Cayo, de Bruto, de Claudio o de Adriano.

Italia: Paestrum (zona arqueológica): Los danzantes napolitanos. 16 de julio. Teatro Grande de Pompeya: Carmina Burana, con la orquesta y coro del Teatro alla Scala de Milán. 22 de julio. Gala con el cuerpo de baile del teatro San Carlo de Nápoles: Giuseppe Carbone, director artístico. 25 y 27 de julio. La consagración de la primavera, coreografía de Ismael Ivo. 26 de julio. Taormina: teatro verde: Gala Robbins. 19 de agosto. España: Teatro Romano de Sagunto. Festival de verano. Ballets de Teatres de la Generalitat: Sangre pura, coreografía de Ramón Oller. 6 y 7 de agosto.

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