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CRISIS EN CAJA VITAL

El PP consigue que Rojo se marche

Las dudas jurídicas sobre la viabilidad de un recurso para ir al Supremo fuerzan su dimisión - Gerenabarrena le sustituye en su momento político más bajo

"Por el bien de la entidad". Así justificó ayer Gregorio Rojo su inesperada decisión de abandonar la presidencia de Caja Vital, cargo que ostentaba desde 2004, y que ahora deja provisionalmente en manos de Iñaki Gerenabarrena, líder del ABB del PNV. Este relevo se produce dos días después de que la Audiencia de Álava anulara la elección de Rojo como vocal en marzo de 2008, que invalidaba su condición de miembro del Consejo de Administración de la entidad financiera. Y, sobre todo, apenas 24 horas desde que el PP amenazara con pedir la ejecución de la sentencia si prosperaba la idea inicial de Rojo de recurrir el último fallo judicial.

El ya ex presidente de Vital -hoy se despedirá de la plantilla y dará una rueda de prensa- tomó la decisión de irse en la mañana de ayer, poco antes de reunirse con el Consejo de Administración. El equipo jurídico que le ha guiado en este largo proceso judicial no le pudo asegurar la viabilidad "plena" en su intento de llevar el caso hasta el Supremo. Así las cosas, Rojo no estaba dispuesto a sufrir "más batacazos" en los tribunales. Pero, sobre todo, quería evitar que el PP cumpliera la amenaza velada que el miércoles hizo Alfonso Alonso de que "sería penoso que la Ertzaintza tuviera que sacarle de su despacho".

La Audiencia debe aplicar ahora el fallo para fijar los sustitutos legales

Los abogados de Rojo veían "complicado" que la petición de recurso fuera admitida por la propia Audiencia de Álava. ¿El motivo? La decisión sobre este recurso recaería en Iñigo Elizburu, ponente de la última sentencia y magistrado vinculado a posiciones conservadoras. Este fundado riesgo ahuyentó la idea inicial de Rojo de emprender el camino hacia el Supremo. Un veto de Elizburu hubiera supuesto un descrédito demasiado duro por el que Rojo no estaba dispuesto a pasar. Por lo tanto, cerrada la puerta a la diligencia previa, el hermano del presidente del Senado reunió a sus más próximos y les comunicó su renuncia al cargo "porque prefiero marcharme con la cabeza alta, dejando a la Vital en la buena situación en la que está".

Tomada la decisión, Rojo ni siquiera dejó hablar a los miembros del Consejo de Administración, convencidos de que venían a la reunión extraordinaria para secundar otro empeño judicial que alargara hasta 2012 el actual mandato de Rojo. "Me voy".

La cara de incredulidad en un hombre tan hierático como Iñaki Gerenabarrena fue elocuente. El líder de los jeltzales alaveses pasaba a convertirse así en presidente provisional de Vital. Apenas dos años después de llegar a la vicepresidencia primera, con plena responsabilidad en la Obra Social que maneja uno de cada tres euros de los beneficios de la entidad, Gerenabarrena completa el pleno del PNV al frente de las tres cajas vascas.

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Paradójicamente, esta nueva responsabilidad le llega en su momento más crítico. En esta misma semana ha escuchado cómo se pedía su dimisión en una junta local del PNV y encajado que su candidato preferido a la alcaldía de Vitoria no recibía el apoyo necesario. Además, Gerenabarrene lucha por librar al partido de la imagen de corrupción que se le asocia una vez destapado el caso De Miguel.

Mientras, el PP aparece radiante una vez que se ha cobrado la pieza de caza mayor que venía persiguiendo desde marzo de 2008. Ya entonces advirtió de que era ilegal la lista de Rojo, y en la que el PNV incorporó a Alfredo de Miguel, hoy imputado. Además, coincide con un momento político propicio para los populares que ven cómo los jeltzales sufren una erosión sensible ante la opinión pública y el PSE tiene que defenderse de quienes le acusen de contribuir a esta inestabilidad en Vital.

Con todo, queda pendiente la última palabra de la Audiencia de Álava. Al tribunal que redactó la sentencia contra Rojo le corresponde aclarar cómo se aplica el fallo. ¿Sólo hay que cubrir la baja del ex presidente, o también afecta a las personas que sustituyeron en su momento las ausencias obligadas en el tiempo de quienes acompañaban a Rojo en la lista? El PP, como es obvio, espera ansioso que la ilegalidad sancionada le permita así recuperar su cuota de poder en el Consejo de Administración

Desde la entidad, sus órganos rectores manifestan su convicción de que la gestión y el relevo en la presidencia se desarrollarán dentro de la normalidad y según lo estipulado en los Estatutos de la propia caja. Según las primeras estimaciones, el plazo de provisionalidad no será inferior a dos meses.

Iñaki Gerenabarrena, a la izquierda, junto a Gregorio Rojo.
Iñaki Gerenabarrena, a la izquierda, junto a Gregorio Rojo.PRADIP J. PHANSE

Todos los ojos puestos en Txarli Prieto

Txarli Prieto tiene previsto hablar mañana sobre la crisis interna desatada en Caja Vital. Será un plazo suficiente para conocer las interpretaciones de todos los demás implicados, que ya ayer mismo lanzaron sus primeros mensajes, pero, sobre todo, se antoja un margen suficiente para que escuche algunas declaraciones que le sitúan en el centro de la diana.

Con la renuncia de Rojo al cargo de presidente de Vital, el PSE carga con un problema demasiado vidrioso que no supo solventar en su día y que ahora le estalla con derivadas imprevisibles a menos de un año de las elecciones locales y forales. Enemistado con el PP de Álava por su permanente "carácter beligerante", Prieto se negó a firmar hace meses un pacto político que hubiera hecho desistir a los populares del camino judicial abierto contra Rojo. "Si quieren guerra la tendremos", vino a decir en lenguaje coloquial el líder de los socialistas alaveses. Visto el resultado, fue el principio del fin. Desde luego, el ex presidente de Vital difícilmente se lo podrá perdonar.

Como era previsible, el PP adopta una posición abierta al "consenso" una vez que sus tesis se han visto refrendadas por los tribunales. Por eso, Alfonso Alonso insiste en dejar al margen "intereses partidistas" y propugna una dirección "plural y profesional". Hasta ahora, la injerencia política nunca se ha podido evitar aunque Rojo siempre ha afrontado una dirección profesional, donde el peso específico de Joseba Barrena, su director general, ha colaborado con él para la actual configuración solvente de Vital.

De hecho, el pacto político suscrito entre PSE y PNV tiene vigencia hasta 2012. Fuentes socialistas admitían ayer que el nuevo presidente de la caja alavesa "tiene que ser nuestro". ¿Quién será? El silencio adoptado por Prieto impedía una confirmación oficial. En medios económicos tampoco se descartaba la opción de Ana Agirre, la ex consejera de Industria que llegó al Consejo de Administración en la última renovación y a quien se situaba como presidenta en abril de 2012 una vez que el PNV tenga mayoría.

La estela de su tío

- Iñaki Gerenabarrena sigue la estela de su tío Jose María (Vitoria, 1932-2002). Hasta ahora compartían partido (PNV), liderazgo al frente del ABB y desde ayer, la presidencia de la Vital. A finales de los años 90, el veterano Gerenabarrena Iriarte fue nombrado co-presidente de Caja Vital, tras la fusión de las dos entidades de ahorro de Vitoria y Álava.

- El presidente provisional de Vital empezó su actividad política en EGI, juventudes del PNV. Fue parlamentario vasco entre 1994 y 2008. Es Ingeniero Técnico Forestal de profesión y ha sido Consejero de Agricultura y Pesca en el Gobierno de Ibarretxe. Miembro del EBB.

- Gregorio Rojo (Briviesca, 1952) es el actual presidente de la Cámara de Comercio de Álava y vicepresidente del SEA. Casado y dos hijas, posee un negocio relacionado con el pescado.

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