Evitar los incendios forestales
Con las lluvias del pasado invierno y primavera, los bosques están llenos de maleza y, en donde las nevadas fueron intensas, también de ramas rotas y árboles caídos. Si, como se prevé, el verano es muy seco, el peligro de incendios será muy alto. Vale la pena estar prevenidos. Los mejores cortafuegos para que los incendios no se propaguen de unas masas forestales a otras y no alcancen magnitudes mayores son los campos de cultivo que pueden existir entre ellas; desgraciadamente, cada vez hay más parcelas en zonas marginales que dejan de cultivarse.
Si los bosques estuvieran limpios habría menos peligro de incendio; pero están muy sucios y limpiarlos resulta prohibitivo dado el precio de los jornales y los menguados ingresos que obtienen por la madera. Ni un tipo ni otro de explotaciones agrarias pueden subsistir sin ayudas de la UE o del propio país; a pesar de todo ello, hay mucha gente que las cuestiona. Quizá en una época de crisis y de incremento del paro como la actual, podría subvencionarse el trabajo de muchos parados en la limpieza de los bosques. Ese sí que sería un gasto productivo bien empleado.