"Los organizadores de la fórmula 1 deberán compensar a los vecinos"

María José Broseta ha sido reelegida hace dos meses presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia. Lleva en el cargo desde 2007 y no se cansa de repetir que el Ayuntamiento debe primar las necesidades de quienes viven en Valencia y no pensar siempre en los que tienen que venir. El recorte de inversiones, el posible retraso del Parque Central o el impacto de la fórmula 1 en los barrios del marítimo le ocupan y le preocupan.

Pregunta. ¿Qué tal es la relación con el Gobierno de Rita Barberá?

Respuesta. Es fluida. Tenemos que reunirnos con ellos y lo hacemos, pero no somos correa de transmisión de nadie. Cuando estamos de acuerdo lo decimos y cuando discrepamos, también. Siempre con respeto. Creemos que cuando se equivocan hay que decirlo.

"Deben de primar las necesidades de los que viven en la ciudad"

"Habrá que compensar a los vecinos de la fórmula 1"

"Los compañeros de El Cabanyal son tranquilos y pacíficos"

P. ¿Cómo ha caído el anuncio de la alcaldesa de que recorta las inversiones en los barrios?

R. Ya dijimos que las partidas destinadas a inversiones eran pequeñas. Barberá debe primar las necesidades de los ciudadanos que viven en esta ciudad y no pensar siempre en los que tienen que venir, que también. Y como sabemos lo que cuestan los servicios públicos, hemos incentivado la solidaridad entre barrios. Si uno tiene un centro de salud, el de al lado debe tener un centro de mayores.

En Valencia faltan escuelas públicas de cero a tres años y las privadas tienen precios muy elevados. Cantidad de barrios carecen de escuelas de tres a seis años, por lo que los niños deben abandonar su entorno e irse a otras zonas. El Consistorio debe proporcionar suelo; no nos conformamos con que digan que son barrios consolidados. Los políticos tienen que tener imaginación para saber cómo sacar suelo para una escuela, un centro de salud u otra dotación pública.

P. ¿Se miman mucho más unos barrios que otros?

R. No queremos entrar en guerras de cifras. Si yo digo cuatro, tú dices siete. O si yo digo siete, tú dices cuatro. De momento, queremos saber qué obras del Plan E y del Plan Confianza están acabadas. Queremos revisarlas y asegurarnos el mantenimiento posterior. Si hay que ajustarse el cinturón se ajusta, pero cuando se pongan encima de la mesa toda una serie de gastos, habrá algunos que se podrán quitar para hacer otras cosas.

P. El conflicto de los chiringuitos, ¿cómo debe acabar?

R. Todos los asuntos que se politizan se perjudican. Dicho esto, estamos a favor de que haya restaurantes de playa, pero se tendrá que ver lo de las terrazas. En unos casos deberán de reducirse los metros si afectan el acceso a las playas. También pensamos que si una comunidad puede tener excepciones, las tengamos todas. ¡Ojo!, también te digo que la gestión sea lógica, coherente y razonable.

P. ¿Puede hacer algo la federación por solucionar ese conflicto enquistado llamado Cabanyal?

R. El Cabanyal se tenía que haber rehabilitado hace muchos años. Y no solo es El Cabanyal, hay otros barrios de la ciudad que se dejan degradar, no se invierte y luego la excusa es que pasen las máquinas porque así renovamos y mejoramos.

El problema arranca del Plan General de 1988, donde esa zona se queda con planeamiento diferido. Y de aquellos males vienen ahora estos otros. A la alcaldesa le hemos dicho que estamos en contra de la prolongación de Blasco Ibáñez, que hay otras necesidades en el barrio, pero son todas las Administraciones las que tienen que sentarse, partiendo de nuevo, y empezar a trabajar. Ver lo que es necesario para Valencia y para los vecinos de El Cabanyal y hablar con todos los vecinos. Te puedo decir que la federación intentará por todos los medios que haya tranquilidad en lugar de descalificaciones. Los compañeros [en alusión a la Asociación de Vecinos de El Cabanyal y a Pavimar] son ciudadanos que viven allí, son tranquilos y pacíficos. No son agresivos y sólo defendían que no se derrumbaran determinados edificios. Pero en ningún momento hicieron nada, sólo sentarse en el suelo.

P. Parece que el Parque Central se retrasa. ¿Defraudada?

R. Me parece muy triste. Mi abuela ya hablaba del futuro Parque Central y la pobre murió hace muchos años. Nos han repetido que todas las dotaciones que nos hacen falta en los barrios del entorno del Parque Central se iban a hacer con el proyecto. Escuelas, centros de salud, aparcamientos... Cuando el señor Grau [primer teniente de alcalde de Valencia] dijo el otro día que se retrasaría y que había que hacerlo por partes... No creo que puedan hacer las dotaciones necesarias y urgentes para los barrios colindantes.

P. El circuito de fórmula 1 tiene en pie de guerra a los vecinos del Marítim.

R. Hay que exigir muchas cosas a la Generalitat y el Ayuntamiento, pero también a los organizadores de la fórmula 1. Es su negocio y tendrán que invertir en beneficios para las personas que desde hace ya varios días tienen unas entradas que desquiciarían a cualquiera. Si hay un circuito en esa zona, que traerá a muchos millones de espectadores, tendrán que compensar a esos vecinos que tienen que ponerse durante días tapones para descansar y que no pueden prácticamente moverse de sus casas.

P. ¿Qué propone?

R. Que la zona pegada al puerto se mejore. Que las entradas y salidas a Natzaret sean como tocan. O que se acelere la llegada de la T-2 del tranvía. Los compañeros nos dijeron que, ya que iban a soportar grandes emisiones de gases [por las carreras], se les ponga más zonas verdes. O, por ejemplo, esa zona de la desembocadura que tienen unos olores desagradables para los vecinos. Pues a ver si lo solucionan.